tag:blogger.com,1999:blog-194187092024-02-28T12:02:41.920+00:00Tribu erranteLeonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.comBlogger43125tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-71564214403428979052011-09-27T22:06:00.007+01:002011-09-27T22:16:02.143+01:00Amanecer en la orilla desconocida<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjowWWojLYYW8sKsh3xk4NbitrFsCYm8mLOTC203AjrF2bYpx7Oj58Q-VTYwsq4q9JkH44-ZNTW0AnIF27DEwThQiaRXrPJpEzfeqDh-DOz8fBvj3AG4gVsqBgxodjMvxlvLrnHtQ/s1600/Aki_Kaurismaki_03.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 200px; height: 151px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjowWWojLYYW8sKsh3xk4NbitrFsCYm8mLOTC203AjrF2bYpx7Oj58Q-VTYwsq4q9JkH44-ZNTW0AnIF27DEwThQiaRXrPJpEzfeqDh-DOz8fBvj3AG4gVsqBgxodjMvxlvLrnHtQ/s200/Aki_Kaurismaki_03.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5657150974363301298" border="0" /></a><br /></div><span lang="ES" style="font-size:130%;">En una entrevista al cineasta finlandés Aki Kaurismäki <span style=""> </span>por su reciente película <i style="">Le Havre</i>, ambientada en Francia, el periodista Gregorio Belinchón le planteó la siguiente pregunta: <i style="">¿Un estilo está por encima de un paisaje?</i></span><br /><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size:130%;"> Kaurismäki respondió: “Por supuesto, y porque mi humor es el que es.” Ese contrapunto entre estilo y paisaje plantea dos extremos en el que se quiebra, por el humor individual, la supuesta correspondencia entre una obra artística y la realidad tratada. La pregunta de Belinchón pone en crisis ese calco que se suele esperar de un artista cuando aborda un escenario que, supuestamente, tiene atributos incuestionables. Dicho de otro modo: tópicos. Las distintas artes –sean cine, pintura o literatura- son fisuras a lo supuesto, son turbaciones creativas a rígidas correspondencias que no avanzan.</span></div><div face="verdana"> </div><p class="MsoNormal" style="text-indent: 1cm; text-align: justify;font-family:verdana;"><span lang="ES" style="font-size:130%;">La percepción de la realidad está en constante mutación, sobre todo si viene de un artista. Mientras los espectadores o lectores lo reciben con curiosidad –buscan su humor–, hay quienes se incomodan porque no encontraron la calma de lo previsible. Y nunca faltan argumentos o ejemplos que buscan anular esa mirada excéntrica. Cuando se ha borrado la cercanía de las referencias, o cuando se desconocen los recursos artísticos y las tradiciones que incorpora un artista, siempre se quiere señalar que su obra reproduce un origen. Incluso cuando hay evidencias. Recuerdo que un crítico, John Rothfork, frente a una novela de Kazuo Ishiguro, <i style="">Los restos del día</i>, ambientada en Inglaterra y con un narrador que era un mayordomo “<i style="">so british”</i>, no resistió decir que, inspirado en el origen japonés del autor, ese mayordomo parecía un samurái victoriano. Más arduo era decir que quizá el personaje reproducía el humor particular de un autor que, aunque de nombre japonés, había sido educado en Inglaterra, escribe en inglés y es admirador de Jane Austen. Es decir, se quiso ver el estilo en el origen y no directamente el estilo, y menos aún la síntesis de ambos. </span></p><div style="text-align: justify; font-family: verdana;"> </div><p class="MsoNormal" style="text-indent: 1cm; text-align: justify;font-family:verdana;"><span lang="ES" style="font-size:130%;">Menciono esto porque parece difícil todavía, y quizá sea inevitable, entender que las obras literarias no son reproducciones de la realidad. Este prejuicio funciona todavía en la recepción de las creaciones latinoamericanas en un contexto internacional, y a veces en el nacional. Como si los creadores –pensemos en el cine y la literatura ecuatorianos– todavía tuvieran que saldar cuentas con el retrato región a región, con el fetichismo del habla, en una búsqueda obsesionada por una identidad que, curiosamente, se escapa de las manos en la pura evidencia de los tópicos, y así nada avanza ni se comprende. Habría que alejarse de esas imágenes o jergas o personajes evidentes, y una vez lejos, muy lejos, toparse de bruces con lo que somos, sorprendidos por un rostro que no reconoceríamos de inmediato pero que quizá sea el nuestro, y en el que probablemente se nos vería mejor. </span></p><div style="text-align: justify; font-family: verdana;"> </div><p class="MsoNormal" style="text-indent: 1cm; text-align: justify;font-family:verdana;"><span lang="ES" style="font-size:130%;">No hay nada más propio que el paisaje de nuestro estilo. Así quizá un día amanezcamos en una orilla desconocida y allí, ante lo inédito, sabremos cómo miramos el mundo y qué nos caracteriza. Entonces podríamos decir que hay una nueva geografía por descubrir y que enriquecerá, con una mirada reforzada, aquella de la que provenimos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 1cm; text-align: justify;font-family:verdana;"><span lang="ES" style="font-size:130%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 1cm; text-align: justify;"><span style=";font-family:";font-size:14pt;" lang="ES" ><span style=";font-family:verdana;font-size:130%;" >El Universo 27.09.2011</span><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-indent: 1cm; text-align: justify;"><span style="font-size:100%;"></span><br /></p>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-55477001625072847322011-09-03T19:49:00.005+01:002011-09-03T20:17:01.373+01:00El escritor aislado y el escritor delincuente<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNC7pPCOPW9-ZP0-EAMUfeMYvQ0AOic__Kl5F5d6V7dkd9zBVtiiDCKBYDN6SgLc9YvcSSb9tfGaCQlJ1LX5hA8hs43JvciMVrw21GIjPd2XiYYH9IW6PsmYo4kk_sxF4eUB_DEA/s1600/javier_mariasthomas-laisne%252B%2525281%252529.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNC7pPCOPW9-ZP0-EAMUfeMYvQ0AOic__Kl5F5d6V7dkd9zBVtiiDCKBYDN6SgLc9YvcSSb9tfGaCQlJ1LX5hA8hs43JvciMVrw21GIjPd2XiYYH9IW6PsmYo4kk_sxF4eUB_DEA/s320/javier_mariasthomas-laisne%252B%2525281%252529.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5648211384558742882" border="0" /></a>
<br /><div style="text-align: justify;">Dice Javier Marías en su artículo de hoy en Babelia, titulado <a href="http://www.elpais.com/articulo/portada/escritor/aislado/elpepuculbab/20110903elpbabpor_56/Tes">"El escritor aislado"</a>, y que reproduce el discurso que dio al recibir el Premio de Literatura Europea del Estado Austriaco, dice, venía diciendo yo, algo que me habría gustado añadir a mi artículo del miércoles pasado, <a href="http://www.eluniverso.com/2011/08/31/1/1380/escritor-como-delincuente.html?p=1354&m=27">"El escritor como delincuente"</a>:
<br />"El escritor -señala Marías- sabe que el país en que nació y la lengua en que se expresa son importantes, pero secundarios, algo hasta cierto punto accidental, azaroso y reversible. Sabe que Proust podría haber existido en italiano o inglés, Lampedusa en español o alemán, Thomas Mann en checo o en sueco, incluso Cervantes en francés o portugués: sabe que la lengua no es más que un vehículo, una herramienta, nunca un fin en sí mismo ni algo sagrado, en modo alguno superior a quienes se valen de ella. No determina nada, o si acaso sólo en los autores "ornamentales", aquellos que en español, por ejemplo, parecen querer oír "¡Olé!" tras cada frase castiza, primorosa o garbosa."
<br />Esto es una afrenta en España, y cuando ocurre algo similar en Ecuador -¿con qué reemplazar el "olé" español, quizás con un "elé" o un "cholito"?- también es un afrenta. No digamos si se habla de tradiciones literarias, uno siempre raro, ajeno, extranjerizante o extranjero, como si uno no hubiera leído la propia tradición y no le debiera cosas pero no las que a otros les gustaría.
<br /></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-68842601532333337102011-02-01T13:00:00.010+00:002011-02-01T13:09:22.964+00:00Las novelas de Tralfamadore<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju9w_Tqxx-BZSxjDkZcYfkHf1ZPTy67QoHA0LTGEdSsGGn0tlC_mLvkGU_Kyla2AE8-CTx2dDW1kDPeq7_DznZRE17QQcIQ6DCd6jUsGe7m-J3Xo__ipSPiDVYNBWnKxWwFSpPvQ/s1600/Vonnegut.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 199px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju9w_Tqxx-BZSxjDkZcYfkHf1ZPTy67QoHA0LTGEdSsGGn0tlC_mLvkGU_Kyla2AE8-CTx2dDW1kDPeq7_DznZRE17QQcIQ6DCd6jUsGe7m-J3Xo__ipSPiDVYNBWnKxWwFSpPvQ/s320/Vonnegut.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5568705678603996146" border="0" /></a><br /><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> 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o fijar o edificar su identidad o su jerga, sino de uno que más bien terminó destruyendo la ciudad. Me refiero a Kurt Vonnegut y su novela titulada <i style="">Galápagos</i>. Por supuesto, mis razones pueden no ser las de un lector que se preguntará por qué y para qué destruir una ciudad en la ficción. Las mías radican en que Vonnegut le quitaba de un plumazo a la labor del novelista ese aire bien pensante, pacato, de pretender ser alguien provechoso, ceñido a la versión oficial o única. No, el escritor no está hecho para recibir medallitas e ilustrar nuestras expectativas, sino para sabotearlas. Los escritores literarios que se convierten en piezas dóciles de gobiernos, iglesias o mercados, se eclipsan en una especie de rumor de fondo intercambiable para rellenar casillas de consumo o exhibición. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;">Vonnegut lo tuvo muy claro. Su mirada llegó tan lejos como para apropiarse del lema de Mallarmé: la destrucción fue mi Beatriz. Esta enseña de libertad no supedita al escritor a la realidad sino a su transformación metafórica. En otra de sus grandes novelas, <i style="">Matadero Cinco</i>, en torno a la Segunda Guerra Mundial y el bombardeo de Dresde, Vonnegut relata el descubrimiento alucinado de su protagonista, Billy Pilgrim, de un planeta, Tralfamadore, donde sus habitantes leen novelas que no se parecen a las terrícolas. Billy las alcanza a ver pero no las entiende: están escritas como telegramas separados por asteriscos. En ellas no hay principio ni mitad ni terminación ni suspenso ni moral ni causas ni efectos. Son el prisma de esa discontinuidad que el mismo Vonnegut construyó tan bien en <i style="">Matadero Cinco</i> y que en <i style="">Galápagos</i> lanza a su narrador a millones de años en el futuro. Romper lo que Virginia Woolf llamó el “ferrocarril formal de la frase”, esa linealidad a las que nos constriñe el lenguaje, palabra tras palabra, ha sido el reto de estos novelistas que rompen frente a la realidad. Quizá necesitamos más novelas de este tipo, que alertan al lector sobre sus procesos de conciencia, nunca lineales, sino más bien plurales. ¿Incomoda que se quiebren los relatos lineales? Por supuesto, como incomoda siempre la ampliación del matiz, de una o varias voces disidentes, las que no permiten pasar tan rápido sobre lo visto o que no aceptan un sólo relato. De allí que leer novelas creativas sea una pauta realmente revolucionaria y crítica. Quizá porque las verdaderas revoluciones no son monotemáticas sino que se basan en su forma inestable, inquietante, de la que el lector vuelve enriquecido y no se resigna a un no o a un sí. Las novelas divierten, por supuesto, pero tengamos en cuenta que son diversiones, son otras versiones, son el alejamiento de la versión única. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;">No hay ningún aniversario ad portas de Vonnegut. Basta celebrar su lectura gozosa y cómica para iniciar en la fiesta a lectores agobiados con tanto blanco y negro, tanto sí o no, para abrirse a un también, a un a lo mejor, a un quizás.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;"><a href="http://www.eluniverso.com/2011/02/01/1/1363/novelas-tralfamadore.html?p=1354&m=2632">El Universo (Ecuador) 1.2.2011</a></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-size:130%;"><br /></span></p>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-54715243828902419462010-12-07T22:16:00.005+00:002010-12-07T22:23:05.558+00:00Jorge Semprún y los soles compartidos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkAB01b8jufw5TXciuGCi1eL41dnQfpqF98DY171_EJES1r8PM-wtgpH-f6F0aTelQ81SReGuDZl02H75i9bKR4XlmYAd43nX2uB60mMhVi5Q1m1Xx0WpU67dbQReiK4YOzMSnw/s1600/Jorge_Semprum.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 294px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkAB01b8jufw5TXciuGCi1eL41dnQfpqF98DY171_EJES1r8PM-wtgpH-f6F0aTelQ81SReGuDZl02H75i9bKR4XlmYAd43nX2uB60mMhVi5Q1m1Xx0WpU67dbQReiK4YOzMSnw/s400/Jorge_Semprum.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548068448406118082" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 15px; font-family:Verdana;font-size:12px;"><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; "><h2 id="TituloPrint" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; color: rgb(27, 45, 96); font: normal normal normal 33px/normal Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; padding-top: 9px; padding-right: 0px; padding-bottom: 9px; padding-left: 0px; "><br /></h2></div><div class="Pes" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; padding-top: 13px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p id="TextoPrint" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; font-size: 13px; line-height: 17px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 17px; padding-left: 0px; "></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Por su manera de enfrentarse a crisis creativas y personales destaco a dos escritores españoles contemporáneos: Juan Goytisolo y Jorge Semprún. A Goytisolo llegué temprano. Su vinculación con varios autores del boom latinoamericano, su admiración por Lezama Lima, la compleja articulación de sus novelas y la riqueza de su escritura en castellano, lo acercaban. A Semprún llegué mucho más tarde. Esto, por supuesto, tenía una explicación: no era un autor que la intelligentsia latinoamericana de izquierda pusiera al alcance. Semprún, con un amplio pasado en el Partido Comunista español, se atrevió a realizar en su libro Autobiografía de Federico Sánchez un retrato fino y despiadado de Fidel Castro. Pero el atrevimiento, en realidad, fue mayor, en clave europea, porque criticaba a fondo a los históricos líderes comunistas Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”. Semprún hablaba con conocimiento de causa: él mismo había sido un fervoroso comunista hasta que descubrió los peligrosos silencios del fervor.<br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Casi toda la obra de Semprún está escrita en francés y por sus temáticas –la experiencia de los campos de concentración y la posguerra– ha sido considerado el más europeo de los escritores españoles. Una señal de su raigambre europeísta es que las primeras biografías suyas han sido escritas al francés por Gérard de Cortanze y al alemán por Franziska Augstein, esta última publicada en 2008 y recientemente traducida al español, en la editorial Tusquets, como “Lealtad y traición. Jorge Semprún y su siglo”.<br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">La vida de Semprún, su manera sinuosa de contarla en libros que funden y confunden biografía y ficción, lo ubica en el centro de la agitación política europea del siglo XX. Prisionero en Buchenwald, agente clandestino en la Europa de la Guerra Fría y agitador comunista en la España franquista, Semprún hace de su escritura un nexo con el pensamiento y la obra de Levinas, Gide, Faulkner y César Vallejo. Guionista para Alan Resnais o Costa Gravas, amigo de Yves Montand o Robert Antelme, parecería que Semprún ha estado en el centro del torbellino político cultural. No lo parece: realmente lo estuvo. Su obra es un rondar paulatino y cauteloso a la narración difícil y elusiva de su experiencia en el campo de concentración y el totalitarismo, pero también es el intento de sobrevivir por escrito a todos los vaivenes de su desarraigo. Franziska Augstein revela sus contradicciones y lo que el escritor calla en sus novelas que parecían exhaustivas memorias. Semprún fabula a partir de lo real y esta quizá sea la experiencia más radical cuando lo real es inefable. En realidad, a Semprún le interesa la pérdida y el dolor, aunque sus ambientes sean europeos. Sin embargo, en sus novelas reaparece, de vez en cuando, una revelación que me sacude: menciona a Guayaquil. Allá, en la década del setenta, decía Semprún, en la remota Guayaquil, tuvo una gran pérdida: su amigo Domingo Dominguín se suicidó en el puerto ecuatoriano. Semprún se preguntaba si algún día visitaría Guayaquil. No sé si lo ha hecho. Hay un centro no narrable al que, por suerte, sigue rondando con su escritura. Guayaquil no le resulta ajena: cabe dentro de sus soles compartidos.</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.eluniverso.com/2010/12/07/1/1363/jorge-semprun-soles-compartidos.html?p=1354&m=2632">El Universo (Ecuador) 7.12.2010</a></div><p></p></div></span>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-14306280287665038972010-09-29T20:44:00.001+01:002010-09-29T20:48:24.530+01:00Anne Carson: poesía y traducción<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivS9-3c59j3khI6yQiiuIE7A_3ZEdRBpSw2BK1EED6iZu4ZpvtUj570tZ461aXGfF1ac1sgXxqx2JZ2hcTWRLWIotfBLxNGcUppCPA0kdLhAjYptHVyvfKWQKHmXRkYTkt0LZwwg/s1600/anne-carson%5B1%5D.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 267px; FLOAT: left; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5522424547397009570" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivS9-3c59j3khI6yQiiuIE7A_3ZEdRBpSw2BK1EED6iZu4ZpvtUj570tZ461aXGfF1ac1sgXxqx2JZ2hcTWRLWIotfBLxNGcUppCPA0kdLhAjYptHVyvfKWQKHmXRkYTkt0LZwwg/s400/anne-carson%5B1%5D.jpg" /></a><br /><div>30 de septiembre / 19h00<br />Conferencia de Ana Becciu<br /><br />Se revisarán algunas consideraciones acerca de las técnicas de composición contemporáneas de la poeta canadiense Anne Carson en sus libros más recientes.<br /><br />Ana Becciu, poeta y traductora. Su último libro <em>La visita</em> fue dado a conocer en Barcelona en el 2007, en un volumen que reúne sus tres libros anteriores. Su libro <em>Ronda de noche</em> ha sido traducido al inglés y al francés. Su traducción de <em>La belleza del marido</em>, de Anne Carson, fue publicada por la editorial Lumen en el año 2003. En el 2008 obtuvo el XI Premio Angel Crespo de Traducción Literaria por el libro <em>Lecciones de tinieblas</em>, de Patrizia Runfola.<br /><br /><br />Lugar: <a href="http://www.blogger.com/www.laboratoriodeescritura.com">Laboratorio de Escritura</a>. c/Escorial 11, 6 (Gràcia)<br />Actividades gratuitas.<br />Es necesario confirmar asistencia al 932139489 o a<br />info@laboratoriodeescritura.com<br />Aforo limitado<br /></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-76998573614977239662010-09-14T09:22:00.002+01:002010-09-14T09:29:20.095+01:00La Comunidad Inconfesable Nº17 septiembre<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3pXtFSG3RJ-rY595YzolvhUAQVpQd3pWNvJMka6OQnUqb_yhzJPcwwzKJc8D5Wkt_XrOBmgLA78lTfwsJeuaj9UkPfc2gWo-NVz8Q_8fHsvGT9fpigW-H2O5rIsqEQq7Y9sP-9A/s1600/Puerta_septiembre_2010.jpg"><span style="color:#ffffff;"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 260px; FLOAT: left; HEIGHT: 376px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5516683219121770642" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3pXtFSG3RJ-rY595YzolvhUAQVpQd3pWNvJMka6OQnUqb_yhzJPcwwzKJc8D5Wkt_XrOBmgLA78lTfwsJeuaj9UkPfc2gWo-NVz8Q_8fHsvGT9fpigW-H2O5rIsqEQq7Y9sP-9A/s400/Puerta_septiembre_2010.jpg" /></span></a><span style="color:#ffffff;"> LA COMUNIDAD INCONFESABLE<br />Revista Breve Mensual<br />Numero 17 septiembre 2010<br />Textos, como partes de una totalidad perdida, que oscilan entre las 9 y las 99 palabras.<br /></span><div><br /><a href="http://www.comunidadinconfesable.com/"><span style="color:#ffffff;">http://www.comunidadinconfesable.com/</span></a><span style="color:#ffffff;"><br /><br />En este número:<br /></span><a href="http://www.blogger.com/www.comunidadinconfesable.com">Luis Hernán Castañeda, Jorge Eslava, Vivian Abenshushan, Octavio Escobar, Luís Gonzali, Martín Gardella, Luis Alberto Bravo, Iñaki Oñate, Andrey Neyman, Juan Pablo Cozzi, Silvia Alejandra García, Leonardo Valencia, Eugenio Tisselli, Andrés Mauricio Muñoz, Marcela Ribadeneira.<br /><br />Tampoco hay literatura si no hay deseo, La novela de Snoopy, Astrología literaria, ¡Ahí viene un paparazzo!, Stone Temple Pilots, Globalización y postcolonialismo para niños, "Carlos" de Olivier Assayas, Zona de guerra, Sharon Lockhart, El último sonaba a Toquinho</a><br /><br /><span style="color:#ffffff;">Directora<br />Magdalena Martínez R.<br />mmr@comunidadinconfesable.com<br /><br />Editor<br />Leonardo Valencia<br /><br />Secretario de redacción<br />Carlos López-Aguirre<br />redaccion@comunidadinconfesable.com<br /><br />Consejo asesor: Mark Axelrod, Will H. Corral, Norberto Chaves, Eduardo Chirinos, Luis Chitarroni, Belén Gache, David Roas, Gonçalo M. Tavares, Eugenio Tisselli, Eduardo Varas, Enrique Vila-Matas, Juan Villoro.<br /><br />Coordinadores de sección:<br />Mínima fabularia/ reseñas (Juan Sebastián Cárdenas - Madrid)<br />Movimiento perpetuo / ficción (David Roas - Barcelona)<br />Sine linea / ensayo (Leonardo Valencia - Barcelona)<br />La vida breve /cine (José María Avilés - Buenos Aires)<br />El silencio / música (Eduardo Varas - Quito)<br />La araña / nuevas tecnologías (Eugenio Tisselli - Barcelona)<br />Cerbatana / poesía (Eduardo Chirinos -USA)<br /><br />Maquetación y web: Nella Escala<br /><br />Para envío de libros y publicaciones:<br />La Comunidad Inconfesable<br />Escorial 11, 6to<br />08024 Barcelona<br />España </span></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-90208459841741444522010-07-16T10:50:00.002+01:002010-07-16T10:54:28.716+01:00Entrevista Feria del Libro de Lima<span id="lblTitulo" class="edpNoticiaTitulo">Escritor ecuatoriano Leonardo Valencia afirma que Perú fue decisivo en su carrera<br /></span> <span id="lblBajada" class="edpNoticiaBajada"></span> <br /> <ul style="margin: 0px;"><li style="display: inline;"> <div id="ctl04_upFotografiaNoticia"> <div> <table id="ctl04_gvFotoPortada" style="border-width: 0px; border-collapse: collapse;" align="Left" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" rules="all"> <tbody><tr> <td> <table> <tbody><tr><td style="padding-right: 4px; padding-bottom: 4px;"> <div id="FotografiaNoticiaDetalle"> <img src="http://portal.andina.com.pe/EDPFotografia/Thumbnail/2010%5C07%5C15%5C000130882T.jpg" alt="Foto: ANDINA/archivo" border="0" /> </div> <div id="FotografiaNoticiaLeyenda"> <span id="ctl04_gvFotoPortada_ctl02_lblLeyenda" class="edpNoticiaFotoLeyenda" style="display: inline-block; width: 290px;">Foto: ANDINA/archivo</span> </div> </td></tr> </tbody></table> </td> </tr> </tbody></table> </div> </div> </li><li style="display: inline; padding: 2px;"> <span id="lblDestaque" class="edpNoticiaContenido"></span> <span id="lblContenido" class="edpNoticiaContenido"><strong>Lima, jul. 15 (ANDINA).</strong> Considerado por la crítica como uno de los narradores ecuatorianos más importantes de los últimos tiempos, Leonardo Valencia (1969) llegará a Lima –ciudad en la que vivió en la década de 1990 y en donde publicó su primera obra– para la Feria Internacional del Libro, que tiene a Ecuador como país invitado. <div><strong><br />¿Influyó en su literatura su paso por Lima? ¿Qué es lo que más destaca de esa experiencia?</strong></div> <div>–Haber podido conversar con Ribeyro o escuchar a Westphalen fue un privilegio. Además, tuve la suerte de encontrar buenos amigos, como Antonio Cisneros, Eduardo Chirinos, Mario Bellatin, Renato Sandoval, Patricia de Souza, Iván Thays, Ricardo Sumalavia y muchos más. Mis contemporáneos que no encontré en Ecuador los encontré en el Perú. Allí publiqué mi primer libro y escribí mi primera novela.</div> <div><br /></div> <div><strong>¿Cómo mezcla usted el cosmopolitismo muy marcado con la nostalgia del exilio en sus novelas?</strong></div> <div>–No me considero un exiliado nostálgico. Yo elegí marcharme. Nadie se marcha por completo y mucha gente, aunque se queda en su país, parece no vivir en él. Lo que escribo transcurre entre mi país y el resto del mundo con muchos vasos comunicantes entre sí.</div> <div><br /></div> <div><strong>Sus ensayos reflexionan sobre los clásicos de la literatura ecuatoriana. ¿Cómo encuentra la escena actual de su país?</strong></div> <div>–Hay una producción y una internacionalización mayor. Curiosamente, este rigor lo encuentro entre quienes han superado lo que yo llamé en un libro “el síndrome de Falcón”, ese deseo voluntarioso de hacer literatura que represente al país, como quien pinta estampitas patrióticas. Justo cuando estábamos superando esto, empezamos a tener la injerencia del gobierno donde a la crítica al país se la pone al margen. Eso sí, no ha podido con los periodistas y su labor crítica.</div> <div><br /></div> <div><strong>¿Cómo evalúa el resultado de la antología de cuento McOndo, en la que usted participó hace década y media? ¿Se trató del manifiesto de una generación?</strong></div> <div>–Nunca fue un manifiesto, simplemente invitaron a varios autores. Yo, al menos, nunca supe que el propósito de la antología era hacer una declaración de intenciones, pero también es cierto que fue una antología reveladora de lo que ha venido después.<br /><br /><div><strong>¿Cómo surgió y cómo resultó su proyecto en internet alrededor de su novela El libro flotante de Caytran Dölphin?</strong></div> <div>–Cuando casi tenía concluida la novela, me di cuenta de que se podría expandir con un libro paralelo en internet. La web www.libroflotante.net recurriría al mismo procedimiento del narrador de la novela, la distorsión y el plagio creativo. Me animaba la idea de que los lectores pudieran rebatir la versión del narrador protagonista. A fin de cuentas, si hay un único narrador, solo hay una historia, la que él defiende.</div><br /><strong>Datos</strong><br /><br />-Leonardo Valencia, escritor, publicista y traductor, ha publicado el libro de cuentos progresivo La luna nómada (1995, 1998, 2004), incluido en varias antologías españolas y latinoamericanas.</div> <div> <div><br /></div> <div>-Además, ha publicado las novelas El desterrado (2000), El libro flotante de Caytran Dölphin (2006), El síndrome Falcón (2008) y Kazbek (2008).</div></div></span></li></ul>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-52129557844653130262010-07-06T11:50:00.006+01:002010-07-06T11:58:43.987+01:00La Feria del Libro de Guayaquil y el Ministerio de Cultura<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBm7b_Eh7JANKDaJLX86J85gfFltPCWc80XDwwJzDqXkumY7X3bjOiSE6kAt4lhq4nATGn8lIZhj9esYozEYmrSpnw3tnnjNasZ_EahY4JEn4Tyrkr-3MyEgHfP_6Pf9rxTQK4mQ/s1600/FPGuayaquil2%5B2%5D.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490745915782145522" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 244px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBm7b_Eh7JANKDaJLX86J85gfFltPCWc80XDwwJzDqXkumY7X3bjOiSE6kAt4lhq4nATGn8lIZhj9esYozEYmrSpnw3tnnjNasZ_EahY4JEn4Tyrkr-3MyEgHfP_6Pf9rxTQK4mQ/s400/FPGuayaquil2%5B2%5D.jpg" border="0" /></a><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8DWoJmPC5J6wWqUEKbOY_O-SrzG8TD2geJZ-GhB8euqEX_BQl8oBKKUbhMNkYx7h01mE2U4HL4wF-EeS6h2zaYQX5ODcBr0Xr-qBV7hx7RnrVxb7dOTrFMPoiWBV6EA-p_mQV6w/s1600/FPGuayaquil2%5B2%5D.jpg"></a>Tres de las ferias de libros más importantes del mundo no se realizan en las capitales de sus países. Me refiero a la de Guadalajara, la de Fráncfort y la dedicada a la literatura infantil en Bolonia. Señalo esto ahora que en Guayaquil se realiza Expolibro, porque ha quedado en evidencia que una vez más se reduce el incentivo a la iniciativa privada en aras del control estatal.<br /><div align="justify">El Ministerio de Cultura de Ecuador decidió no apoyar a esta feria porque, en palabras de la Ministra, se “dará a Guayaquil otra cita librera desde la visión y fortaleza del ministerio”. No hay que explicar demasiado lo que puede significar esa visión –criterios de selección filtrados y omisión de voces críticas– y esa fortaleza –el presupuesto y el funcionariado estatal–. Es decir, serán dos ferias. La suma, en este caso, no significa ganancia, sino resta. Resta porque, a pesar de los errores de Expolibro, se pierde un capital invertido en los años anteriores, desde 2006, cuando se lanzó esta feria que ha convocado a primeras figuras de la literatura latinoamericana. Resta también porque los criterios literarios de Guayaquil quedan marginados en aras de esa capacidad de concentración de la burocracia cultural desde el Gobierno.<br />También se pierde el apoyo conjunto que sumarían los aportes de la Municipalidad de Guayaquil y los del Ministerio. Nuevamente, por las rencillas políticas y el sabotaje, quien pierde es la literatura. Los errores también competen a los organizadores de Expolibro, por el elevado costo que tienen los stands, tomando en cuenta que más del ochenta por ciento de la producción editorial privada se realiza en Quito y trasladarla a Expolibro se ha vuelto impagable. Habría que añadir la desvirtuación de lo que significa una Feria planteada con rigor, donde deben ser los protagonistas el libro y la edición y no otros actores culturales que pueden proyectarse a través de diferentes escenarios.El apoyo debe consistir en ayudar a la mejora, no a la exclusión y el deterioro de las iniciativas particulares. Si es débil la cultura editorial en Guayaquil, quitar apoyos no favorece a quienes sí trabajan y se desviven por la creación y la edición. La importancia de una Feria no solo se mide por las ventas, sino por el papel instructivo de la palabra de autores internacionales que sirven para emular a los futuros escritores, editores, críticos, libreros y lectores de Guayaquil. Si algo marca a la intelectualidad guayaquileña es la tradición de exilio de sus escritores, que terminan creando sin apoyos oficiales. Hagan una lista, se sorprenderán. Quizá esa sea la clave de su fuerza e independencia. </div><br /><div align="justify">Debería haber más voces que reclamen esta situación. La mayoría sigue sumida en ese lastre de los escritores ecuatorianos que prefieren quedarse convenientemente calladitos –aunque hablen mucho en pasillos y en <em>sotto voce</em>– y no hacer ningún reparo público por miedo a perder publicaciones estatales, becas o cargos culturales, y los consabidos viajes y viáticos a países donde tampoco se dirá la menor crítica a la mano que paga y hace enmudecer. Habrá que perderlas entonces, dejar en evidencia la censura y empezar a decir lo que realmente se piensa.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">El Universo (Ecuador), 6.07.2010</div></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-26304090099184871842010-06-08T16:29:00.005+01:002010-06-08T16:34:53.122+01:00Israel y la duda de Mankell<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis-VvLR32Swy546cTzrhR-kxk3yfhL9JNSzjWRexTysA7jjTLbskn4TNpTmcGTXv1EShdEyaT4ttqwo74GgaTHrvHeyebB_GEPwF_HPrAePiMNEDubnwqyqJNws7OeEqKrV8SeCQ/s1600/Mankell+en+Estocolmo.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis-VvLR32Swy546cTzrhR-kxk3yfhL9JNSzjWRexTysA7jjTLbskn4TNpTmcGTXv1EShdEyaT4ttqwo74GgaTHrvHeyebB_GEPwF_HPrAePiMNEDubnwqyqJNws7OeEqKrV8SeCQ/s320/Mankell+en+Estocolmo.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5480426074609558626" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 15px; font-family:Verdana;font-size:12px;"><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; "><h2 id="TituloPrint" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; color: rgb(27, 45, 96); font: normal normal normal 33px/normal Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; padding-top: 9px; padding-right: 0px; padding-bottom: 9px; padding-left: 0px; "><br /></h2></div><div class="Pes" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; padding-top: 13px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p id="TextoPrint" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; font-weight: normal; font-size: 13px; line-height: 17px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 17px; padding-left: 0px; "></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Solo he visto una vez al novelista sueco Henning Mankell. Estaba sentado en un parquecito frente al palacio de Rosenbad, en Estocolmo. Íbamos a una recepción que se ofrecía a los escritores que participábamos en el encuentro de Waltic de 2008. Al principio no lo reconocí. Más bien me llamó la atención su perfil nítido de vagabundo canoso con una larga gabardina de detective. Apenas reconoció el bus en que llegábamos, se levantó muy despacio y se marchó. Solo entonces caí en la cuenta que sí, que era Mankell. Me sorprendió que se marchara. Tanto así que me separé del grupo y le seguí los pasos. No había manera. Se iba definitivamente. Lo recuerdo así, de espaldas, alejándose por el paseo Strömgatan. Comenté con los organizadores suecos la marcha de Mankell y entonces me explicaron que él había aportado recursos para que el encuentro Waltic fuera posible. Me explicaron también su absoluta discreción.<br /></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Ahora vuelvo a saber de Mankell porque fue uno de los setecientos activistas que viajaron en el barco turco Mavi Marmara para llevar ayuda humanitaria a los palestinos, y porque ha publicado su experiencia en la crónica ‘Diario de un viaje al horror’. Allí cuenta la barbaridad con la que fueron tratados por los soldados israelíes en un abordaje que tuvo como consecuencia la muerte de nueve activistas y decenas de heridos. Cuenta también Mankell que una vez que lo retuvieron, un hombre del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel le dijo que iba ser deportado. Poco después el mismo hombre le comentó que le gustan sus novelas. Entonces Mankell dice que piensa en la posibilidad de que ninguno de sus libros vuelva a traducirse al hebreo. Y añade: “Es una idea que no he terminado de madurar”.<br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Me quedo con esa duda. Mankell en realidad no pudo relatar mucho sobre el horror porque no llegó a entrar en el verdadero horror de la represión que viven los palestinos en la franja de Gaza. ¿Por qué me quedo con la duda de Mankell? Porque allí hay un matiz que resulta imprescindible en tiempos donde el rasero es catalogar un hecho en blanco o negro. Hay una gran parte de israelíes que no están de acuerdo con las medidas de su gobierno. Sería también una discriminación identificar sin diferencias las acciones de un gobierno con la totalidad de un pueblo, y satanizar a ese pueblo. También hay que tener presente que muchos palestinos están hartos del terrorismo de Hamas contra Israel.<br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Más de una vez he matizado las simplificaciones de ciertos términos en la discusión, acá, sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Incomoda esa falta de puntualizaciones, así como la indudable prepotencia que aplica el gobierno israelí. Pero incluso en estas circunstancias rescato la reflexión que debe estar madurando Mankell. No es posible arremeter contra todo un pueblo por la acción de un gobierno. Mankell tomará una decisión, pero la lengua hebrea no tiene la culpa, quizá porque él sospecha que esa sería otra forma de aplicar un apartheid, esta vez lingüístico. Es probable que sepamos algo más cuando en septiembre se realice el próximo encuentro de Waltic, precisamente en Turquía.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">El Universo</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> (Ecuador) 8.06.2010</span></span></div></span><p></p></div></span>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-5603910496977168882010-06-02T10:41:00.006+01:002010-06-02T10:49:22.287+01:00La Comunidad Inconfesable Nº 15 Junio<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLLip9eqLkdurPH6r2yToJaV_g4UIWvm1GApsMRS1QWnySq4U7dh1Zh2mjd-0tkOgWCaySjLtszzez-m_pDNxDKnCHQbt6zeWCvoGgPZAth3u7dHjnaR7sFVrHPeh8eNfnjL5jSQ/s1600/Puerta_01_06_2010.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 210px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLLip9eqLkdurPH6r2yToJaV_g4UIWvm1GApsMRS1QWnySq4U7dh1Zh2mjd-0tkOgWCaySjLtszzez-m_pDNxDKnCHQbt6zeWCvoGgPZAth3u7dHjnaR7sFVrHPeh8eNfnjL5jSQ/s320/Puerta_01_06_2010.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5478110019969756802" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(204, 204, 204); line-height: 20px; font-family:'Trebuchet MS';font-size:13px;"><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><a href="http://www.blogger.com/www.comunidadinconfesable.com">LA COMUNIDAD INCONFESABLE</a></span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Revista Breve | Mensual</span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Numero 15 Junio| 2010</span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Textos, como partes de una totalidad perdida, que oscilan entre las 9 y las 99 palabras.</span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><a href="http://www.blogger.com/www.comunidadinconfesable.com"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">www.comunidadinconfesable.com</span></a></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">En este número:</span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 19px; font-family:helvetica;font-size:11px;"><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-style: italic; font-family:georgia;font-size:1.2em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><a href="www.comunidadinconfesable.com">Isaac Goldemberg, Edwin Madrid, Jaime Alejandro Rodríguez, Jorge Cadavid, Norberto Chaves, Sebastían Schjaer, Denise Nader, Daniela Alcivar Bellolio, Víctor Lorenzo Cinca, Germán Noel Coiro, Juan Pablo Plata, Carlos González Tardón, Lucho Zúñiga, Eugenio Tisselli, Saúl R. Deus, Rodrigo Morais, Pedro Ganossa.</a></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-style: italic; font-family:georgia;font-size:1.2em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><a href="www.comunidadinconfesable.com">Sexo débil formas fuertes, Exilio 2.0, Cuentos completos de Leonard Michaels, Diálogos en el vacío de Matti Megged, Últimas palabras de un soldado francés, El libro como interfaz tangible, De la narrativa como inscripción en piedra, Lochness Lightness, The ghost writer de Roman Polanski, No serviré más a las editoriales.</a></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-style: italic; font-family:georgia;font-size:1.2em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-style: italic; font-family:georgia;font-size:1.2em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); font-style: normal; line-height: 19px; font-size:11px;"></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Directora</span></strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br />Magdalena Martínez R.<br /></span><a href="mailto:mmr@comunidadinconfesable.com" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; text-decoration: underline; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">mmr@comunidadinconfesable.com</span></a></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Editor</span></strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br />Leonardo Valencia</span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Secretario de redacción</span></strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br />Carlos López-Aguirre<br /></span><a href="mailto:redaccion@comunidadinconfesable.com" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; text-decoration: underline; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">redaccion@comunidadinconfesable.com</span></a></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Consejo asesor:</span></strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> Mark Axelrod, Will H. Corral, Norberto Chaves, Eduardo Chirinos, Luis Chitarroni, Belén Gache, David Roas, Gonçalo M. Tavares, Eugenio Tisselli, Eduardo Varas, Enrique Vila-Matas, Juan Villoro.</span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Coordinadores de sección:</span></strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br />Mínima fabularia/ reseñas (Juan Sebastián Cárdenas - Madrid)<br />Movimiento perpetuo / ficción (David Roas - Barcelona)<br />Sine linea / ensayo (Leonardo Valencia - Barcelona)<br />La vida breve /cine (José María Avilés - Buenos Aires)<br />El silencio / música (Eduardo Varas - Quito)<br />La araña / nuevas tecnologías (Eugenio Tisselli - Barcelona)<br />Cerbatana / poesía (Eduardo Chirinos -USA)</span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Maquetación y web:</span></strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> Nella Escala</span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Para envío de libros y publicaciones:</span></strong><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span style="font-style: normal; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 20px; "></span></span></em></p><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "></em></span><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; font-size: 1.3em; font: normal normal normal 1.4em/normal georgia !important; line-height: 1.4em !important; text-align: justify !important; text-indent: 0px !important; "><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">La Comunidad Inconfesable<br />Escorial 11, 6to</span><span style="font-style: normal; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 20px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br />08024 Barcelona<br />España</span></span></em></p><p></p></span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><br /></span></div></span>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-47092928195037881142010-05-11T17:43:00.003+01:002010-05-11T17:47:27.470+01:00La Comunidad Inconfesable Nº 14 Mayo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGkV6tEPMkfZvRa6AsWawOYmE-CL9MA0mjFZaJoo1o5yNHrktpGUFyJZl4QWG5qLRsoAe3cSV-JIHYuVA-jsa4-iXqcKQFYatiOLa1ADMXFIzere5oRWq8JWPOhj27fys6TLAuIQ/s1600/Puerta_textura_Mayo2010.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 194px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGkV6tEPMkfZvRa6AsWawOYmE-CL9MA0mjFZaJoo1o5yNHrktpGUFyJZl4QWG5qLRsoAe3cSV-JIHYuVA-jsa4-iXqcKQFYatiOLa1ADMXFIzere5oRWq8JWPOhj27fys6TLAuIQ/s320/Puerta_textura_Mayo2010.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5470054791876443730" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(204, 204, 204); line-height: 20px; font-family:'Trebuchet MS';font-size:13px;"><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">LA COMUNIDAD INCONFESABLE</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">Revista Breve | Mensual</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">Numero 14 Mayo| 2010</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">Textos, como partes de una totalidad perdida, que oscilan entre las 9 y las 99 palabras.</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><a href="http://www.comunidadinconfesable.com/" style="color: rgb(170, 119, 170); text-decoration: none; ">www.comunidadinconfesable.com</a></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); line-height: 19px; font-family:helvetica;font-size:11px;"><h3 style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-left: 0px; font-weight: normal; font: normal normal normal 1.7em/normal arial, helvetica, sans-serif !important; color: rgb(0, 0, 0); margin-bottom: -5px !important; font-family: georgia !important; font-size: 1.9em !important; padding-bottom: 10px !important; ">En este número</h3><div class="textwidget" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-family: georgia; font-style: italic; font-size: 1.2em; ">Mariela Dreyfus, Javier Celaya, Margarita Borja, Alberto Pellegatta, Marta Velasco, David Roas, Melanie Taylor Herrera, Federico Fuertes, Guadalupe Aguiar, Juan Sebastián Cárdenas, Martín Zúñiga, Eugenio Tisselli, Iván Humanes, Christian Silva, Carlos López-Aguirre, Mariano Adler, Esteban Tabacznik.</p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-family: georgia; font-style: italic; font-size: 1.2em; ">Semblanza sellada de Johannes Urzidil, Arizona y la noche de los inmigrantes rotos, Obsolescencia planificada, Bafici I y II y III, Locus amoenus, Libros enriquecidos, Informe estelar Nº 3.364.752, Crónica de viaje de un novelista, IRM de Charlotte Gainsbourg, Cesa el cantor.</p></div></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><br /></div></span>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-78214463170471590692010-01-01T17:32:00.003+00:002010-01-01T17:34:29.506+00:00Música de cámara<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEahSClqdxaybwyDdWqp9a4LrYHDxAbHtHipOmG-z9s5Bqr14jssLU8qTk8A9WagBH5cz19Mf5cgfAKaSrnOvsvgOeSsHIwJoQVny7p4Yz7-C_QVTjGUgOA3fH6OfMDYyX7ijfAQ/s1600-h/nocturnes-ishiguro.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 210px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEahSClqdxaybwyDdWqp9a4LrYHDxAbHtHipOmG-z9s5Bqr14jssLU8qTk8A9WagBH5cz19Mf5cgfAKaSrnOvsvgOeSsHIwJoQVny7p4Yz7-C_QVTjGUgOA3fH6OfMDYyX7ijfAQ/s320/nocturnes-ishiguro.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5421826071079352258" /></a><br /><div><br /></div><div>Reseña de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Nocturnes. Five Stories of Music and Nightfall</span>, de Kazuo Ishiguro, en <a href="http://www.comunidadinconfesable.com/2010/01/kazuo-ishiguro-nocturnes-five-stories-of-music-and-nightfall/">La Comunidad Inconfesable</a></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-33587342147122739912009-12-29T18:26:00.006+00:002009-12-29T18:31:47.535+00:00Una novela de Coetzee<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_eRvlPfVTLLXuMmtUnKRtae6rJ9R7x2A1u7EA16tH7cCOKQ6lj5V2-qInegWb8EdoYuRAdYsjU2elwvy6DQMGuIQc-EXGTvIRpPxqaU0dvT_5nf7oAXgekOkIYsf9XSj5s6WGOA/s1600-h/Coetzee,.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 284px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_eRvlPfVTLLXuMmtUnKRtae6rJ9R7x2A1u7EA16tH7cCOKQ6lj5V2-qInegWb8EdoYuRAdYsjU2elwvy6DQMGuIQc-EXGTvIRpPxqaU0dvT_5nf7oAXgekOkIYsf9XSj5s6WGOA/s320/Coetzee,.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5420727439050574050" /></a><br /><div>Sobre <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Diario de un mal año</span>. <br /></div><div><a href="http://blog.eternacadencia.com.ar/?p=5839">Novela aparentemente tranquila.</a></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-8350745771178181642009-12-18T14:23:00.005+00:002009-12-18T14:37:18.283+00:00Una firma. Dos grados menos.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieuW-QR5wK6x-8c9uV8NhSkx2bFTH43C7mmy7j2jWSFA0ifk1I38S_wcGbkVDiEDdZeKuC8_ynBXDXf_pCmqWC2iznm-GYIa0LwUYCJQH6arvaZva4t5PxhyvwK18grWJ6rt1CLg/s1600-h/calentamiento-global.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 308px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieuW-QR5wK6x-8c9uV8NhSkx2bFTH43C7mmy7j2jWSFA0ifk1I38S_wcGbkVDiEDdZeKuC8_ynBXDXf_pCmqWC2iznm-GYIa0LwUYCJQH6arvaZva4t5PxhyvwK18grWJ6rt1CLg/s320/calentamiento-global.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416585219299791634" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Lo que propone el movimiento global por internet, <a href="http://www.avaaz.org/es/save_copenhagen/?cl=413731423&v=5045">Avaaz.org</a>, (Avaaz: "voz"), es recopilar firmas para ejercer una presión simbólica a lo que ocurre en Copenhague. Poco se podrá lograr pero hay que intentarlo. Es mejor que el silencio y la desidia. <br /></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-8662302391764018172009-12-09T08:24:00.009+00:002009-12-09T08:40:35.478+00:00Revista que abre el apetito<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4LuiDh3BGnHnJd4nQZ_mes1jpZwTW551dTOOP2DxwwqThKI8SAIetctBp7fWGc-w7klAMxW4BfFpOYbiAxLSeFUSmWqfQpDZOyP-TPtafNohipDjmkH3gLOaz-nIo9lTRIZsaNg/s1600-h/bons%C3%A0i.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 186px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4LuiDh3BGnHnJd4nQZ_mes1jpZwTW551dTOOP2DxwwqThKI8SAIetctBp7fWGc-w7klAMxW4BfFpOYbiAxLSeFUSmWqfQpDZOyP-TPtafNohipDjmkH3gLOaz-nIo9lTRIZsaNg/s200/bons%C3%A0i.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5413152529937427586" /></a><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana;font-size:13px;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255); ">Cuando me preguntan cuál es la mejor manera para estimular la lectura, digo que hay que dejar los libros a la vista y prohibirlos. Sí, prohibir un libro, decir que es muy difícil de leer, argumentar que para leerlo hay que tener más experiencia y más lecturas, y a lo mejor una paciencia de escalador contra la cordillera de una sintaxis personal que el autor parecería haber colocado en su obra no para que avancemos, sino para que retrocedamos. En la siguiente conversación, lo primero que me dice aquel a quien quise que desistiera de tal o cual libro, es que finalmente lo leyó.</span><br /></div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La lectura de un libro es una conquista que tiene un precio, no exclusivamente monetario, pero para lograrlo primero hay que poner los libros al alcance, si no de la mano, al menos de la vista. Regalarlos no siempre es una buena manera de hacerlo, por lo que me parece efectista y desatinado el obsequio gratuito de libros de literatura para adultos que realiza el Ministerio de Cultura de Ecuador. Termina, precisamente, quitándole valor a la literatura y depreciando el esfuerzo de las pequeñas editoriales independientes; algo muy distinto es hacerlo con manuales escolares y lecturas infantiles. El libro de literatura adulta debe ser valorado y, de darlo, lo más importante se realiza cuando se surte bien a todas las bibliotecas. Estas deben disponer de fondos actuales y ser lo suficientemente dinámicas para poner los libros a la vista e incentivar el acceso a los lectores, sin convertir el préstamo de un libro en trámite burocrático.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la labor de poner los libros a la vista del lector, son las revistas las primeras en abrir el apetito. En esta ocasión quisiera felicitar el pequeño gran esfuerzo que hace la revista Rocinante. Ha cumplido su primer año, con un ritmo de publicación mensual. Si digo pequeño el adjetivo es literal: es una revista bonsái, mide trece por veinte centímetros. Pero en su brevedad, y quizá precisamente por ella, es una revista que demuestra un criterio creativo y ameno para poner en movimiento una mirada viva a la literatura y las publicaciones ecuatorianas. Entrevistas precisas (incluso a lectores destacados), artículos de fondo o números temáticos, acercan a la literatura ecuatoriana que a pesar de tener un momento muy prolífico en estos últimos años, y con nuevos escritores de estilos y temas muy variados, sigue padeciendo una grave crisis de difusión.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Como toda revista literaria, ronda la desaparición. Haber logrado un año es un mérito. Podría seguir creciendo, y quizá en ese crecimiento sería importante que incluya de manera mucho más activa a Guayaquil y que circule con mucha mayor fluidez por sus librerías. No siempre puedo tenerla a mano, pero sus editores han sabido crear un formato adecuado para leerla en internet: </span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><a href="http://www.revistarocinante.com">www.revistarocinante.com</a></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">. No es lo mismo, pero para quienes vivimos fuera de Ecuador, es de agradecer. Como seguramente lo agradecerán los lectores que leen este Diario desde el extranjero, por internet, y que ya saben por dónde acercarse a saber qué está ocurriendo en la literatura ecuatoriana. Serán libros difíciles de conseguir pero hay que hacer el esfuerzo.</span></span><br /></div></span></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(50, 51, 56); font-family:Verdana;font-size:13px;"><br /></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(50, 51, 56); line-height: 20px; font-family:Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255); "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Publicado en </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255); "><a href="http://www.eluniverso.com/2009/12/08/1/1363/revista-abre-apetito.html?p=1363A&m=575"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El Universo </span></a></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255); "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">( Ecuador), 8 de diciembre de 2009. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(50, 51, 56); font-family:Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(50, 51, 56); font-family:Verdana;font-size:13px;"><br /></span></div></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-34238529505159114962009-12-01T11:45:00.005+00:002009-12-01T11:53:02.543+00:00La Comunidad Inconfesable Nº 9 Diciembre<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdg2hCUqI3ac7KUq0e37MAdHkhb2yzru0mAv56vibjaVgK57qwa-kM6xi3NJ45JKvj21Zu1-rN2dMZ9Wm4022dIkrquIL0TjVBNPk87185yM96RiLw_JB-3ZbVZhPWm2ooKAyGmg/s1600/Cafeteria_Paris_dic2009.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 152px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdg2hCUqI3ac7KUq0e37MAdHkhb2yzru0mAv56vibjaVgK57qwa-kM6xi3NJ45JKvj21Zu1-rN2dMZ9Wm4022dIkrquIL0TjVBNPk87185yM96RiLw_JB-3ZbVZhPWm2ooKAyGmg/s200/Cafeteria_Paris_dic2009.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5410233847443317090" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(204, 204, 204); line-height: 20px; font-family:'Trebuchet MS';font-size:13px;"><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">LA COMUNIDAD INCONFESABLE</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">Revista Breve | Mensual</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">Numero 9 Diciembre| 2009</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; ">Textos, como partes de una totalidad perdida, que oscilan entre las 9 y las 99 palabras.</div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><a href="http://www.comunidadinconfesable.com/">www.comunidadinconfesable.com</a></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><br /></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En este número:</span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Helvetica"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"> Miguel Ángel Zapata, Andrea Cabel, Luigi Amara, Ricardo Sumalavia, José María Brindisi, Cristian Mitelman, Guadalupe Aguiar, David Roas, Saúl R. Deus, Diego Trelles Paz, Carlos Meneses, Pedro Ganossa, Magdalena Martínez R., Javier Bozalongo, Lucas Sallovitz, Oliverio Coelho, Leonardo Valencia.</span></span></span></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Helvetica; min-height: 14.0px"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br /></span></span></span></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Helvetica"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Las mujeres son, Alela Diane, Fogwill, Guillermo Piro, Diario de un superviviente, La presa inédita, Corneliu Porumboiu, James Gray, Problemas de las noches de verano, La tranquilidad del saber, Cuando fuimos latinoamericanos, El caso Potel, Negación del ensayo.</span></span></span></p><div><span class="Apple-style-span" style=" line-height: normal;font-family:Helvetica;font-size:12px;"><br /></span></div></div></span>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-6097208300507334492009-11-04T17:40:00.009+00:002009-11-04T18:03:00.557+00:00La Comunidad Inconfesable Nº8<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgILMDi4Ltet6vqAfyvfXzKUUdPA-wgdfe95UDa1ckJCyyNgm9Bm7T574Y7byEsmxzu01Hf39-AzKJ8OvFCyAK4urX8IBr98nnMhnGw2d3WJ276lf9NIgN5koPRO25h2qg6w_OEUg/s1600-h/Inconfesable_Chillon_Nov2009.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 138px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgILMDi4Ltet6vqAfyvfXzKUUdPA-wgdfe95UDa1ckJCyyNgm9Bm7T574Y7byEsmxzu01Hf39-AzKJ8OvFCyAK4urX8IBr98nnMhnGw2d3WJ276lf9NIgN5koPRO25h2qg6w_OEUg/s200/Inconfesable_Chillon_Nov2009.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5400307774534342578" /></a><br /><div>LA COMUNIDAD INCONFESABLE</div><div>Revista Breve | Mensual</div><div>Numero 8 Noviembre| 2009</div><div>Textos, como partes de una totalidad perdida, que oscilan entre las 9 y las 99 palabras.</div><div><a href="http://www.comunidadinconfesable.com/">www.comunidadinconfesable.com</a></div><br /><div> </div><br /><div><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 18px; font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En este número:</span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-style: italic; line-height: 18px; font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><br /></div><div><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 19px; font-family:helvetica;font-size:11px;"><div class="textwidget" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-style: italic; font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Jorge Boccanera, Rosella di Paolo, Filippo La Porta, Carola Moreno, Roxana Elvridge-Thomas, Teresa Serván, Alexis Iparraguirre, Solange Rodríguez, Octavio Pineda, Daniel Salvo, Pablo Nicoli Segura, Carlos López-Aguirre, Lucas Sallovitz, Guadalupe Aguiar, Diego Zúñiga, Eduardo Varas, Martín Zariello, Esteban Tabacznik.</span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-top: 10px; line-height: 1.4em; font-style: italic; font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El nazismo hecho cómic, No son dos orillas, Editoriales y el resabio de los colonizadores, Screenshots autobiográficos, Lo ajeno, Canal Saharaui, Apocalipsur, El complot en la literatura argentina, Ella dijo: "Véndame, Polanski", Bitácora alternativa, Antichrist de Lars Von Trier, Bon Iver, Fabiana Cantilo</span></p></div></span><br /><div> </div><div>Sedes:</div><div>España</div><div>La comunidad inconfesable</div><div>Escorial 11, 6to</div><div>08024 Barcelona </div><br /><div>Argentina</div><div>La comunidad inconfesable</div><div>México 3772. Depto "C"</div><div>C.P.:1223 Ciudad de Buenos Aires</div><br /><div><a href="http://www.comunidadinconfesable.com/">www.comunidadinconfesable.com</a></div></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-83916680141840948022009-10-27T12:27:00.009+00:002009-10-27T12:42:34.138+00:00Roda el món<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFueElOCDr-JQcc1D3Ik2bMHLRKQsgJhfGrEJmSUI8omfoMSS1bzGLIa9x5NQBVSBSJRz8DvyY34gNeQSKUrk1Ky_aetDn2noHO0PkbWJckVLn1ChoXDBRFdk-mjyyg-7pF-rJ4w/s1600-h/IMG_1852.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFueElOCDr-JQcc1D3Ik2bMHLRKQsgJhfGrEJmSUI8omfoMSS1bzGLIa9x5NQBVSBSJRz8DvyY34gNeQSKUrk1Ky_aetDn2noHO0PkbWJckVLn1ChoXDBRFdk-mjyyg-7pF-rJ4w/s200/IMG_1852.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5397257297343564450" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(50, 51, 56); font-family:Verdana;font-size:13px;"><div style="text-align: justify;"><div style="text-indent: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">La expresión catalana "Roda el món i torna al Born" al parecer proviene del medioevo y se supone que es la fórmula con la que se despedía a los cruzados. Si tuviera que traducirla diría: "recorre el mundo y regresa al fundo". Mi traducción, sin embargo, es inexacta. La palabra fundo no corresponde a "Born", que es un barrio barcelonés. Pero una vez que conocemos el significado volvamos a la concisión y el ritmo de los monosílabos y bisílabos de la lengua catalana, dos de sus virtudes prosódicas.<br /></span></span></div><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ESfont-family:";"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Ha habido catalanes que se han asentado en otros países hace décadas. En Guayaquil forman parte de su vida como si hubieran nacido allí y no han vuelto al Born. Cómo cambiaron los tiempos, que en la última década fueron los ecuatorianos los que inmigraron a Barcelona. No es fácil adaptarse a esta ciudad, como no lo debió ser para los catalanes en Ecuador. Puede resultarle familiar a un guayaquileño por la cercanía del mar, pero el catalán no es expansivo, sino cauto, lo que impide el contacto rápido; pero es constante y fiel, lo que permite la fiabilidad. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ESfont-family:";"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Sin embargo, Barcelona ha cambiado en estos años. Los testimonios se suman en el sentido de que se ha vuelto cerrada por un exacerbado discurso nacionalista que margina al castellano, que la ciudad se vende a un turismo furibundo, que apuesta por una cultura de plástico y neón que destroza su aura arquitectónica, o que sus instituciones son rígidas y endogámicas de manera que pierden la capacidad de riesgo creativo. También entran en juego casos aislados de xenofobia, aunque ha contado con un rechazo contundente de los barceloneses. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ESfont-family:";"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Todo eso es cierto. Es la dinámica de las grandes ciudades: la misma Barcelona se yergue sobre restos medievales y romanos que fueron sanguinarios. Pero también es verdad que se está abriendo espacio -gracias a los inmigrantes de todos los países y a nuevas generaciones de catalanes- una posibilidad de vida mucho más creativa, independiente, que hace contrapeso a la institucionalización corrupta y poco innovadora y a las aberraciones en la convivencia social. A esto se suman los catalanes que recorren el mundo y abren puertas y encuentros. En el campo de la literatura hay autores como Enrique Vila-Matas, Nuria Amat, Cristina Fernández Cubas, Ana María Moix, Jordi Sierra i Fabra, entre otros, que hacen de América Latina escenario o motivo o lectura. Una invitación para comprender a Cataluña sería acercarse no sólo a la obra de los mencionados sino a clásicos como Mercè Rodoreda, Pere Calders, Carles Riba, quienes aprendieron del exilio, y otros autores actuales en los que un lector latinoamericano encontrará afinidades, como Màrius Serra, Quim Monzó o Miquel de Palol. A veces los tenemos más cerca de lo que sospechamos. El primer autor catalán que leí lo encontré en una pequeña librería de Guayaquil cuando yo tenía veinte años, en una edición bilingüe que llevaba a la izquierda el texto catalán y a la derecha su traducción española. Era Gabriel Ferrater. Uno de sus versos sugiere que vivir en barrios extremos </span></span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">"ens indueix a passejar</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> </span></span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">inquiets</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">". Esta vez no cometeré traducción.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ESfont-family:";"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Publicado en </span><a href="http://www.eluniverso.com/2009/10/27/1/1363/roda-mon.html?p=1354&m=756"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255);">El Universo</span></span></a><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">,</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> (Ecuador), 27 de octubre de 2009. </span></span></span></p> <!--EndFragment--> </div></span>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-18705838246748950392009-10-08T21:00:00.003+01:002009-10-08T21:05:21.126+01:00Herta Müller<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjndztxDqbgxGdVy8W41r8d097c4lJgpcYYbio0OT7tJ7o6qAAX3p1x6oXhXnc1IEIflQMeM_iiig9kGkUirNty8quQ-7rAqPoXqjqJcmPYC_cY-9u4sdbG7-MaLO7zOZV3B8-7yg/s1600-h/7620_163244758616_771243616_2503105_6897806_n.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 102px; height: 121px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjndztxDqbgxGdVy8W41r8d097c4lJgpcYYbio0OT7tJ7o6qAAX3p1x6oXhXnc1IEIflQMeM_iiig9kGkUirNty8quQ-7rAqPoXqjqJcmPYC_cY-9u4sdbG7-MaLO7zOZV3B8-7yg/s320/7620_163244758616_771243616_2503105_6897806_n.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390321821594970994" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=";font-family:'lucida grande';"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Tiene agallas la Academia Sueca, digan lo que digan, para apostar por los autores menos previsibles. Autora difícil, pero sugerente. El año pasado estuvo en Estocolmo en el encuentro Waltic, en junio. Yo no sabía nada de Müll</span></span><span class="text_exposed_show" style="display: inline; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">er, hasta que Mircea Cartarescu me advirtió sobre ella mientras caminaba más bien sombría en medio de una terraza de verano. Aunque sea menuda, sus ojos son imponentes. Había una especie de aureola alrededor de ella, sobre todo entre el grupo de rumanos y alemanes. Me alegro por su premio, porque su tipo de escritura es implacable. Al menos en el único que he leído de ella "El hombre es un gran faisán en el mundo".</span></span></span></span><br /></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-91583294729752611482009-09-19T07:59:00.007+01:002009-09-19T08:10:08.504+01:00El gesto de Onetti<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWA9TvLVgjIRO94unuqgjAmSeo6UzH_I10MI6dXdyau7_QE8AWER-XtS7wYts7WBV4IJVubN_RWdMKyp8heux2ZZ98dgqp-5dMd7dN__KVHHhFXrXK8b3xSr01AfscpWdLn4m3Tw/s1600-h/onetti.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 146px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWA9TvLVgjIRO94unuqgjAmSeo6UzH_I10MI6dXdyau7_QE8AWER-XtS7wYts7WBV4IJVubN_RWdMKyp8heux2ZZ98dgqp-5dMd7dN__KVHHhFXrXK8b3xSr01AfscpWdLn4m3Tw/s200/onetti.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5383071395601191794" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style=" ;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En realidad no fue uno, sino dos gestos. En uno estaba implicado José María Arguedas, en el otro Julio Cortázar. Podrían mantenerse aislados, pero valga ahora la celebración del centenario del nacimiento del escritor uruguayo, Juan Carlos Onetti, y esa otra fecha contrapuesta, que discurrirá reservada, como lo son los cuarenta años del suicidio de Arguedas, para reunirlos en esa órbita literaria que siempre permite conciliar espacios contrapuestos, acaso crear uno nuevo donde la mirada siga descubriendo más que paralizarse con la celebración formal. En su momento, Arguedas y Cortázar fueron parte de un debate, siempre reencarnado e inútil, entre escritores provincianos y universales, amateurs y profesionales. El testimonio de esa polémica consta en los diarios incluidos en la última novela de Arguedas, </span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El zorro de arriba y el zorro de abajo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">; polémica dolorosa porque así lo refleja la turbación del novelista peruano en los diarios en cuestión, testimonio de sus problemas al escribir sobreponiéndose a una crisis vital que lo llevaría al suicidio, y porque Cortázar lamentaría el malentendido.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style=" ;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Qué papel cumple Onetti? Esto lo reveló en su momento Eduardo Galeano, cuando, publicada póstuma la novela de Arguedas, le contó a Onetti que el peruano lo recordaba con admiración. Ese recuerdo está en los mismos diarios de los zorros, donde Arguedas dice: “Onetti tiembla en cada palabra, armoniosamente; yo quería llegar a Montevideo entre otras cosas para saludarlo, para tomarle la mano con que escribe”. Galeano cuenta que, al poco de haberse quedado callado, descubrió unas lágrimas en el rostro de Onetti.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style=" ;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por lo que sé, es el único testimonio sobre Onetti llorando. Pero hay otro que se refiere más bien a una reacción eufórica. La menciona Omar Prego en su libro de entrevistas a Julio Cortázar, donde ambos verifican lo que había hecho Onetti, luego de leer ese largo cuento de Cortázar, “El perseguidor”. Conmocionado por lo que le ocurre al conflictivo personaje del músico Johnny Carter, que deambula en un mundo paralelo que no puede trasladar del todo a este en el que deambulamos, Onetti se dirigió al baño de su casa y dio un golpe en el espejo. Nada se dice de lo que vio en el espejo, o del resultado del golpe o de la mano de Onetti. Nada de eso sabemos. Pero ahora que es el aniversario de Onetti y que de una buena vez se han reeditado sus novelas, como </span><i style="mso-bidi-font-style: normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La vida breve</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, </span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El astillero</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> o </span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Dejemos hablar al viento</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, me resultan de una gracia y de una transparencia contundente los dos gestos del gran huraño de la literatura latinoamericana que nunca quiso retratar la realidad pero que tampoco le dio la espalda, sino que apostó por escribir con una tesitura anfibia, mitad carne, mitad delirio. Así escribió esa prosa que Arguedas caló tan bien y que repito para que siga resonando como merece: “Onetti tiembla en cada palabra, armoniosamente”. Los gestos del escritor uruguayo, con su reserva y su arrebato, son un anticipo de lo que encontrará el lector que todavía no lo ha leído. No será fácil entrar en su mundo, nunca lo fue, pero el alto precio vale la pena.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Leonardo Valencia</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Publicado en </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El Universo</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> (Ecuador), 15 de septiembre de 2009</span></p> <!--EndFragment-->Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-68961822552442769412009-07-23T18:31:00.007+01:002009-09-19T08:11:11.681+01:00El poeta útil<!--StartFragment--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 1cm; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A las exequias de la líder indígena Tránsito Amaguaña y del escritor Jorge Enrique Adoum, asistió el presidente Rafael Correa. En ambos casos sus declaraciones fueron emotivas e hizo proselitismo político. Frente a Tránsito Amaguaña, pidió perdón porque no había podido “hacer lo suficiente en estos 27 meses y por no realizar todo lo que uno quisiera hacer”; frente a Adoum se comprometió a no claudicar en sus principios de izquierda. Estas declaraciones, en su contexto emocional, ponen en jaque cualquier reflexión. Pero es allí donde hay que arriesgarse para entender lo que revela un lenguaje acostumbrado a estereotipar y anular a la otra parte del diálogo. A modo de equilibrio frente a esa retórica, las palabras de Humberto Cholango, presidente de la Confederación de los Pueblos de Nacionalidad Kichwa del Ecuador, fueron sensatas cuando dijo que Correa está impulsando un país distinto “pero está minimizando a la gente”.<br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Precisamente la novela de Jorge Enrique Adoum, </span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Entre Marx y una mujer desnuda</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, irritó por su crítica a la izquierda ecuatoriana en el momento de su aparición, en 1976. Creo que podría irritar también ahora, si se la leyera a fondo, y se percibiera que la perspectiva de su autor, que la escribió mientras vivía fuera de Ecuador y con un prudente distanciamiento, señalaba el absurdo del discurso político que busca imponerse en un medio al que no entiende de verdad y al que pretende amoldar con ideas fijas. Clave es la escena donde dirigentes de izquierda buscan un acercamiento a la comunidad indígena y fracasan porque no pueden comunicarse con ellos. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La autocrítica que planteaba Adoum fue intencional y sacrificó el logro de la autonomía de su novela. Hoy hay que leerla básicamente en función de su contexto histórico y literario, incluso en su textura formal. Que la comprensión de uno de sus personajes, Gálvez, requiera de la alusión a una persona real como el escritor Gallegos Lara reduce el poder de la novela al testimonio y al condicionamiento emotivo. Condicionamiento que coincide con la retórica de Correa para captar la benevolencia de los estrictos asistentes a las exequias, como Cholango, y, al mismo tiempo, desautorizarlos.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span lang="ES" style="Book Antiqua";mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En una conversación con el poeta Iván Carvajal que publicó la revista Vanguardia el año pasado, dije que </span><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Entre Marx y una mujer desnuda </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">es una novela escrita por un poeta. Carvajal replicó diciéndome que más bien es un poema escrito por un novelista. Carvajal tiene razones que le competen y que respeto. A fin de cuentas él es poeta y yo novelista, pero quizá coincidimos al complementar las perspectivas con el diálogo. Adoum esencialmente me parece un poeta, y el poeta salvó a su novela convirtiéndola en un poema. Por esto mismo el escritor, con esa capacidad polifacética de su lenguaje, nunca puede ser útil –ni unívoco– para un gobierno. Al pretender serlo, o asignársele esa función, deja de ser escritor. El dominio poético de la lengua, lo que llamaríamos su talento, tiene la virtud de resquebrajar sus tendencias y filtrar la riqueza de lo literario. Habría que volver a leer la novela de Adoum y bajo su crítica matizar la retórica del gobierno actual.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Leonardo Valencia</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style=" ;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">publicado en </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El Universo</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> (Ecuador), 21 de julio de 2009</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:1.0cm"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Book Antiqua';font-size:19px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(204, 204, 204); line-height: 20px; font-family:'Trebuchet MS';font-size:13px;"><div align="justify" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; line-height: 1.6em; "><br /></div></span></span></p> <!--EndFragment-->Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-43093394231491358402009-07-06T20:02:00.012+01:002009-07-06T21:19:45.324+01:00Aprendizaje de la crítica<div style="text-align: justify;">Nunca deja de sorprenderme la disparidad de críticas que se dan sobre un mismo libro. Aquí van tres muy diferentes sobre <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Kazbek, </span>en la edición española y la argentina. Siempre se aprende de las críticas y se descubre la visión del crítico en cuestión. Uno tiene que escucharlas, y luego, con más distancia, mirarlas como si hubieran sido escritas sobre otro libro. Porque se ha convertido, en efecto, en otro libro. Entonces se prende un fuego que no quema pero que tampoco calienta, sino que ilumina. La de <a href="http://www.nacionapache.com.ar/archives/3205">Oliverio Coelho</a> es muy reveladora por el calado en el sentido de la composición de un libro que no deja de ser extraño, incluso para mí mismo. Por supuesto, las consideraciones, en mi caso, resultan provisionales porque <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Kazbek</span> es la primera novela de un sexteto que se empieza a abrir como los ramales de un estero y que lleva a lugares que apenas intuyo.<br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1BqKLQmzvG9qneEctGXZj5D6xIlgsnTsU1jjHbOUCa0-J0dH6yyUM13EsC39tmT4et6_T-gQgZbi7df8y-NWFPVUQrMtP_StaZv_8R0u0sOGkc6ZT_LnrrXw_876qZ5eJhSGXDQ/s1600-h/Coelho.jpg"></a><div><br /></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=";font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek. Leonardo Valencia.</span></span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style=";font-family:Verdana;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Editorial Funambulista. 117 páginas. 14,96 euros</span></span><div><span class="Apple-style-span" style=";font-family:Verdana;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 150px; height: 225px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGuAnqHKcOx5J_-xicPCO3uU0kiea_o9VU58WFcEQd9swdP4h2kl39OkSj2FhFUi3pHwk-Cw5Sl0qe_HJehC-H94abTfdw4gxHG8rlEMuCdXBbj_u2ZhXRdsAnqoo60FqYL8vMtQ/s320/santi_gil.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5355429584350417522" /><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> (España)<br />por Santiago Gil</span></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br />La literatura se adentra a veces por nuevos caminos que no sabemos hacia dónde nos acabarán llevando. Aprendimos con Ulises que lo importante es el viaje, el sueño del regreso o la aventura diaria. A veces los regalos navideños se envuelven en cursilerías o en atávicas costumbres que nos hacen contar los minutos para que dejen de martirizarnos con villancicos. Pero otras veces esos mismos regalos se vuelven casi milagrosos. Entre los libros que me regalaron las pasadas fiestas navideñas hay uno que aún releo una y otra vez. Hablo de Kazbek, una novela escrita por el ecuatoriano Leonardo Valencia e ilustrada por Peter Mussfeldt. Ya de entrada, uno se espera algo bueno cuando ve que está editada por El Funambulista y además avalada por Enrique Vila-Matas; pero lo que nos encontramos cuando empezamos a leer es una sucesión de destellos geniales que nos devuelve a la senda de los grandes descubrimientos literarios de los dieciocho años.<br /><br />Podría explicar el argumento, pero creo que en este caso no es necesario. Escribe alguien sobre alguien que escribe, y lo demás ya queda a la interpretación de cada cual. Valencia no deja ningún verbo ni ningún adjetivo a la intemperie. Todo lo que cuenta fluye con naturalidad y genialidad, sin que se caiga nunca en el aticismo o el aburrimiento. No conocía nada de él, pero desde que terminé este libro ando rastreando toda su obra. No exagero si hablo de él como de uno de los autores que está llamado a darle un nuevo aire a la literatura escrita en castellano. Ya lo hace Vila-Matas, o lo hacía Bolaño. Ahora habré de sumar a esa avanzadilla que, como decía Kafka, escribe entre sombras a Leonardo Valencia. Anoten bien su nombre y el título de esta prodigiosa novela. No dejen de acercarse a este nuevo camino por el que creo que habrá de transitar la literatura contemporánea si realmente pretende contar estos tiempos cada día más alocados y más contradictorios.</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana;"><a href="http://blogdesantiagogil.blogspot.com/2009/01/kazbek.html"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">(</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia;"><span class="Apple-style-span" style=""><a href="http://blogdesantiagogil.blogspot.com/2009/01/kazbek.html"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">http://blogdesantiagogil.blogspot.com/2009/01/kazbek.html</span></span></a><a href="http://blogdesantiagogil.blogspot.com/2009/01/kazbek.html"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">)</span></span></a></span></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 19px; font-family:'Lucida Grande';font-size:12px;"><h2 style=" font-weight: bold; text-decoration: none; margin-top: 30px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font-family:'Trebuchet MS', 'Lucida Grande', Verdana, Arial, sans-serif;font-size:1.6em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">El arte de la impostura</span></h2><div class="entry" style="line-height: 1.4em; "><p style="font-size: 1.05em; "></p><p align="left" style=" ;font-size:1.05em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Publicado en </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Perfil</span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> el 5/7/09</span></p><p align="left" style=" ;font-size:1.05em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">por </span><strong><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Quintín</span></strong></p><p align="left" style=" ;font-size:1.05em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></p><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal; font-family:Georgia;font-size:16px;"><div><span class="Apple-style-span" style=""><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlVffSGUH6EYl88NjXSxkQgnuJCCM96VJXiQ72LtHR23ZHONt1r4RW4-273zCrAE6La1846Y72bKZnoyPj4jvgHfiv8lXpgG4-be3tWOYvYMJOhCg0NTfrYCXDtBG8klydNtwA9A/s200/quintin01.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5355430634462886898" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 133px; " /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 19px; font-family:'Lucida Grande';font-size:12px;"></span></span></div></span><p align="left" style=" ;font-size:1.05em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Leyendo </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek</span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">, del ecuatoriano Leonardo Valencia, me encuentro dos veces con el nombre de Peter Greenaway y una señal de alarma se enciende en el fondo de mi cerebro. Greenaway, cineasta, videasta, artista plástico, escritor y vaya uno a saber qué otras ocupaciones, tuvo su cuarto de hora de fama internacional a fines de los ochenta.</span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span id="more-4035"></span>Su celebridad llegó a la Argentina donde sus feas películas, que mezclaban el kitsch intelectual con el morbo, tuvieron un éxito apreciable. Recuerdo en especial una de ellas, </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Drowning by numbers</span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">, en la que en cada plano aparecía un número que coincidía con su orden correlativo, una obra forzada para ajustarse a un procedimiento tan arbitrario como banal. Greenaway falsificaba películas pero llegaba más lejos: era un impostor. Para ilustrar la diferencia, tomemos un ejemplo de otra disciplina. Antes (y aun después) de las elecciones del domingo pasado hubo varios encuestadores que inventaron resultados. Pero solo uno de ellos, llamémoslo Arturo Ladri, llevó el simulacro al extremo de proclamar que la falsificación al servicio de sus patrones era inherente a su tarea. Aunque Ladri inventaba cada día un pronóstico distinto, sus admiradores —que son legión— lo aplaudían a rabiar, lo entrevistaban por radio y televisión y requerían sus opiniones aun sabiendo que el individuo mentía por sistema. Mientras que un falsificador se conforma con engañar a los expertos y hacer pasar lo falso por verdadero, Ladri intenta algo mucho más ambicioso: redefinir su trabajo para que distinguir la diferencia resulte irrelevante. Algo parecido hacía Greenaway, que no trataba como muchos de sus colegas de hacer pasar por buenas películas malas, sino redefinir el cine como una forma rígida saturada de objetos arbitrarios, apenas conectados por ideas grandilocuentes.</span></p><p align="left" style=" ;font-size:1.05em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Valencia cita una de ellas: “Tenía razón Peter Greenaway: </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">la tinta es la segunda sangre del mundo</span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">”, una metáfora muy representativa del estilo Greenaway, mezcla de truculencia y pomposidad. Valencia, sin embargo, es más un falsificador que un impostor, ya que trabaja sobre una fórmula probada: la instalación literaria, un género cada vez más practicado y que, como su contrapartida audiovisual, consiste a grandes rasgos en la acumulación de fragmentos conectados por un tema o una narración débil. La literatura, con su falta de soporte material (lo de la tinta de Greenaway es chapucero aun en ese sentido), nunca deja de ser una falsificación, una fabricación de objetos apócrifos. Pero los instaladores literarios, siempre atentos a lo que ocurre en otras disciplinas, evitan la angustia frente al vacío ontológico del texto mediante dos tácticas opuestas: la abstracción extrema y la apelación a la imagen. Por un lado, Valencia pone en abismo su libro de dos maneras distintas. La narración habla del encargo de acompañar dieciséis dibujos de escarabajos a cargo de un artista llamado Peer y en </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek</span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> aparecen efectivamente los escarabajos y sus comentarios, que combinan la descripción de los bichos con metáforas sobre la escritura del tipo: “Tu cuerpo es una lanza florida que desgarra la carne de lo verosímil”. Ay.</span></p><p align="left" style=" ;font-size:1.05em;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Por otra parte, Valencia construye en su pequeño libro una tipología de los libros pequeños en oposición a la gran novela. Las “Libros de Pequeño Formato” deben cumplir con nueve reglas, cursilerías tales como ser “Un libro que crea silencio para escuchar como fluye la fuente”. A Valencia le gustan las enumeraciones como a su maestro Greenaway y así compila una lista de sesenta libros chicos que poco tienen que ver entre sí y conforman, más que un canon, un puzzle de coleccionista. Entre esos libros está </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Bartleby y compañía </span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">de Vila-Matas y </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Shiki Nagoya </span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">de Bellatin dos obras que le sirven a Valencia de inspiración aunque </span><em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek</span></em><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> elude la angustia y el delirio que acechan a sus modelos. Su trabajo de cortar, pegar, citar y ordenar prohíbe las emociones propias.</span></p><p align="left" style="font-size: 1.05em; "><a href="http://www.lalectoraprovisoria.com.ar/?p=4035"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">http://www.lalectoraprovisoria.com.ar/?p=4035</span></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></p></div></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(102, 102, 102); line-height: 24px; font-family:Candara;font-size:12px;"><h2 class="post-title" style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">A propósito de Kazbek(*)</span></span></span></h2><div class="post-body" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Por Oliverio Coelho </span></span></span><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style=""></span></span></span></strong></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; line-height: normal; font-family:Georgia;font-size:16px;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1BqKLQmzvG9qneEctGXZj5D6xIlgsnTsU1jjHbOUCa0-J0dH6yyUM13EsC39tmT4et6_T-gQgZbi7df8y-NWFPVUQrMtP_StaZv_8R0u0sOGkc6ZT_LnrrXw_876qZ5eJhSGXDQ/s320/Coelho.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5355431632866460306" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 320px; height: 213px; " /></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "></em></span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek </span></span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">es uno de esos libros que en una primera lectura parecen monolíticos y cercan su propia ambición. La primera lectura exige una embestida. Familiarizarse con un universo que no se parece a ningún otro. Un universo que es más bien la estilización de la obsesión íntima del escritor.</span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">En una relectura aparece, en cambio, un composición aleatoria, una suerte de montaje en donde página a página el escritor, como su personaje -alguien que lucha por escribir, como si fuera cuestión de vida o muerte-, doblega “las fuerzas del azar”. La novela quizás gane volumen y profundidad en la relectura: pasa a ser un ensayo púdico sobre las posibilidades del arte y el yugo del escritor. Importa menos el personaje que el asunto: los procesos detectivescos -salvajes, como en Bolaño, o sibilinos como en Valencia- de todo artista para salvar de la inercia a la obra en ciernes.</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span id="more-3205" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "></span></span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Para que lo anhelado, lo poetizado -el “Libro de pequeño formato”-, llegue al papel, Kazbek debe reencontrarse con un viejo conocido, Dacal, objeto de devoción literaria en sus años de juventud limeños; debe conquistar a Isa, la mujer-isla -en esto es mítico el relato de Valencia-; y además debe sincronizarse con el trabajo del señor Peer, la contratacara de Kazbek: un exiliado europeo en Ecuador. Los dibujos de Peer, insectos destinados a iluminar el “Libro de Pequeño Formato”, inspiran la poética minuciosa de la narración. Hay aquí un pacto creativo y efectivo entre el artista y el escritor. En ese acuerdo se ajusta la posibilidad de narrar. Una suerte de disciplina meditada que unifica cualidades walserianas: imagen caligráfica -insecto- y escritura deliberadamente monocromática.</span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Así como bajo un microscopio en un insecto se revelaría una naturaleza exponenciada, una suma demencial de matices y partes, en la novela de Leonardo Valencia, bajo una relectura, se descubren infinidad de posibles relatos. Brazos finos, vertientes y líneas de fuga, ramificaciones tentaculares como las que exhiben las ilustraciones de Peter Mussfeldt que acompañan la novela de Valencia. Lo llamativo y lo meritorio es la resignación vital del autor: su digresión es sintética, como en un tratado, y no expansiva y banal, como en buena parte de la literatura contemporánea.</span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Entre el Libro de pequeño formato y la Gran novela, Valencia juega -y he aquí un tercer modo de leer la novela- a falsear el relato autobiográfico. La posibilidad de asociar a Peter Mussfeldt con Peer, a Leonardo Valencia con Kazbek, sobrevuela la primera lectura. Sin embargo no sabemos si Kazbek efectivamente llegó al libro de pequeño formato, si alcanza a Isa -aunque llega a la “cita”-. Eso es lo de menos, porque todo indica que, entre una primera y una segunda lectura, el libro que llega a nosotros cumple con muchas características de un Libro de Pequeño Formato: “un libro corto que parece no agotarse nunca; un libro que puede perderse porque no se lo olvidará; un libro que el lector no tenía previsto encontrar; un libro que el lector no sabe ni quiere resumir sin que se subvierta y destruya su contenido”. Ahí, en un juego de cajas chinas, está encerrada la historia personal de la escritura. Y las limitaciones del crítico: intentar llegar a la última caja y abrirla -robándole el privilegio al lector- equivale a destruir el secreto de </span></span></span><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek</span></span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Reseña publicada en la revista </span></span></span><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Inrrokuptibles</span></span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">, Julio 2009.</span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style=""><a href="http://www.nacionapache.com.ar/archives/3205"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="font-size:large;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 204, 102);">http://www.nacionapache.com.ar/archives/3205</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">(*) </span></span></span><em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Kazbek</span></span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">, de Leonardo Valencia. Ilustraciones de Peter Mussfeldt. 108 pág., Eterna Cadencia, 2009.</span></span></span></p><p style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0.8em; margin-right: 0px; margin-bottom: 0.8em; margin-left: 0px; line-height: 1.5em; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><br /></span></p></div></span></div></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-84399954732906647292009-06-10T22:55:00.005+01:002009-06-10T23:07:34.304+01:00Kazbek circula en edición argentina<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEcWnBr9kfm0De6Jdg4LnNlLPfgzB9728GFbnxk9Oy0zk6gxEDG_VQSFBpPVFsGf4LWPU_VS_P9a0mpsC5CV0Mq3jYbaFICVCK3wy11CpeUyCPE5Drk51VN5tecU-fC2J4-y9TLw/s1600-h/kazbek.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 224px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEcWnBr9kfm0De6Jdg4LnNlLPfgzB9728GFbnxk9Oy0zk6gxEDG_VQSFBpPVFsGf4LWPU_VS_P9a0mpsC5CV0Mq3jYbaFICVCK3wy11CpeUyCPE5Drk51VN5tecU-fC2J4-y9TLw/s320/kazbek.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5345821177404309954" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Está anunciado en el </span><a href="http://blog.eternacadencia.com.ar/?p=1811"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">blog</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> de la editorial Eterna Cadencia la edición argentina de KAZBEK. Los ejemplares todavía no los he podido ver impresos. Gracias al equipo de Eterna Cadencia. Me ha gustado mucho el texto que han redactado para la contraportada: </span><!--StartFragment--><span lang="EN-US" style=" "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">"</span></span><span lang="EN-US" style=" "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Tras los pasos del personaje de la que será su Gran Novela, Kazbek viaja a Ecuador. En medio de su búsqueda recibe una carpeta con dieciséis dibujos inspirados en las aterradoras erupciones del volcán Pichincha. El señor Peer le ha propuesto escribir un texto para cada uno de ellos hasta completar un “Libro de Pequeño Formato”. Todo lo opuesto a las gruesas novelas que Kazbek venera. Pero en esos dibujos encontrará la posibilidad de una escritura diferente.La narración de esta exquisita aventura por los caminos de la creación se intercala con pequeños fragmentos de una poética enigmática y fascinante, páginas donde las palabras dibujan, los dibujos hablan y el lector pone en marcha algo que ni el escritor ni el dibujante habían contemplado."</span></span><!--EndFragment-->Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-56105410437818066502009-06-02T12:14:00.009+01:002009-06-02T14:24:47.242+01:00La literatura instrumentalizada durante el gobierno de Rafael Correa<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjd3CSKdRhI8VxyYQB7uXM40CYjXXin4GHqyD711dTHwgYauVhyphenhyphenmDL7J82CApTvv6RHn2ZfMBSK86ehYdFZU0tyim6FG_URF75Ah2t60-aoSufloGVGx-L-zZ6jBGl3fejih1NpUA/s1600-h/Interior+edici%C3%B3n.jpg"></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGSmS15i_OGNBrZOQJShkwV6gzU5eNRE5pyJuIA4tEvbTu8R_9cTo3vrkTosc_YaGfhqkomcjhDnvuhb9K08MKL6_-m2qio_pQFeXZ5k3MUlw9A_l5D5XdQ1S6hKcpxshGhEkyog/s1600-h/Portada+novelas+Alfaguara.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 252px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGSmS15i_OGNBrZOQJShkwV6gzU5eNRE5pyJuIA4tEvbTu8R_9cTo3vrkTosc_YaGfhqkomcjhDnvuhb9K08MKL6_-m2qio_pQFeXZ5k3MUlw9A_l5D5XdQ1S6hKcpxshGhEkyog/s400/Portada+novelas+Alfaguara.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5342688544364689922" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Por Leonardo Valencia<br /></p><div style="text-align: center;"><br /></div> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> El 22 de mayo, en la sección de cartas de los lectores del diario <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Hoy</span>, se <span style="mso-spacerun: yes"> </span>alude a mi artículo publicado en <i style="mso-bidi-font-style:normal">El Universo</i> el 12 de mayo, titulado “La literatura oficial y los escritores” (<a href="http://www.eluniverso.com/2009/05/12/1/1363/63B7ED671F724C709E8206F49659BD59.html">aquí mi artículo completo</a>). Al final reproduzco íntegra la carta de la autora, Gabriela Pólit. Me alegra que se abran los debates, porque suele ser más bien escasa la capacidad para debatir literariamente en Ecuador, y me alegra de manera especial si se tiene en cuenta que la autora de la carta en cuestión es una estudiosa de la literatura que el año pasado publicó en la editorial argentina Beatriz Viterbo Editora, el ensayo <i style="mso-bidi-font-style:normal">Cosas de hombres. Escritores y caudillos en la literatura latinoamericana del siglo XX</i>. Esto último me parece importante, porque Beatriz Viterbo Editora es una editorial argentina solvente para ese tipo de trabajo. Que Pólit haya logrado publicarlo allí y no en otra editorial es sintomático de la importancia que tiene publicar en esa colección para su trabajo.</o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Precisamente por este punto editorial quiero señalar mi discrepancia con lo que Pólit indica en su carta respecto a mi comentario de que son varios los autores ecuatorianos que ya habían publicado en España durante la última década, antes de que aparecieran los cinco tomos de literatura ecuatoriana en Alfaguara, financiada por el gobierno ecuatoriano y, sobre todo (esta era mi crítica puntual), utilizada demagógicamente por el Ministro de Cultura ecuatoriano para afirmar que recién ahora se daría a conocer la literatura ecuatoriana. Pólit escribió: “Evaluar la antología porque tiene un sello editorial español es un criterio limitado y poco literario [sic]”. Obviamente que lo es, pero si el término de valor estaba cifrado, como dijo el Ministro, en que sólo ahora se daría a conocer nuestra literatura en España, entonces nos encontramos en un campo de “producción cultural” (Bourdieu), en el que sí tiene un capital simbólico la publicación, según qué zona editorial. Caso contrario, no creo que se invierta ninguna energía, como en el caso del libro último de Pólit, en editarlo en Argentina con Beatriz Viterbo Editora.<span style="mso-spacerun: yes"> </span>Por lo tanto sí importa y tiene un valor la publicación en España, como hacerlo en Argentina.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Yo apenas señalé los autores publicados alrededor de la última década en España. Hay muchos más, por supuesto, si retrocedemos en el tiempo. Pero me parecía más que suficiente mencionar en mi artículo a 21 escritores ecuatorianos publicados y reeditados en España sin subvención oficial para desmentir la desinformación dada por el Ministro de Cultura por esa euforia triunfalista o mesiánica de creer que el último gobierno salva la literatura ecuatoriana.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Dejando, a estas alturas, ingenuidades al respecto de la neutralidad de la publicación en según qué país y en qué sello editorial, coincido plenamente con Pólit al respecto de que lo fundamental es la lectura directa de los textos para proceder a una valoración. Y aquí es donde, sin embargo, también se abre un cuestionamiento. Porque la carta de Pólit tiene una deriva curiosa, empieza discrepando conmigo, sin calar en lo que realmente dije (volveré luego a esto) y luego se dirige a criticar al editor del proyecto, Javier Vásconez, porque en los tres tomos de novelas, a diferencia de las antologías de cuento y poesía, publicados en esa selección, no había un prólogo que argumentara la selección de las diez novelas. Personalmente, el criterio de edición de diez novelas ecuatorianas en tres tomos gigantescos no me pareció particularmente beneficioso: los libros quedarán como ilegibles por difícilmente manejables. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Pero el criterio de Pólit no acierta o, mejor dicho, no aporta. Precisamente allí están las novelas para que la crítica haga su valoración (Las diez novelas son: <i style="mso-bidi-font-style: normal">Vientos de agosto</i>, Carlos Arcos Cabrera; <i style="mso-bidi-font-style: normal">Polvo y Ceniza</i>, Eliécer Cárdenas; <i style="mso-bidi-font-style: normal">Pájara La memoria</i>, Iván Égüez; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Sara y el dragón</i>, Rocío Madriñán; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Crónica del breve reino</i>, Santiago Páez; <i style="mso-bidi-font-style:normal">Del otro lado de las cosas</i>, Francisco Proaño Arandi; <i style="mso-bidi-font-style: normal">Sueño de Lobos</i>, Abdón Ubidia; <i style="mso-bidi-font-style:normal">El desterrado</i>, Leonardo Valencia; <i style="mso-bidi-font-style:normal">La sombra del apostador</i>, Javier <i style="mso-bidi-font-style:normal">Vásconez; El Rincón de los justos</i>, Jorge Velasco Mackenzie). Pólit estaría en la capacidad de hacer la valoración que pide a Vásconez, ya que supongo está al tanto de todas esas novelas o al menos de la mayoría, o quizá dispuesta a leerlas para emitir un juicio de valor, porque precisamente el criterio de Vásconez está en la selección misma y no en un prólogo más o menos explicativo. De hecho, un prólogo daría una mínima luz, pero lo relevante en realidad está en otro sitio, en las lecturas que se están exigiendo: es precisamente a críticos literarios como Pólit a quienes les corresponde emitir un juicio crítico y, de ser posible, un juicio de valor. Decir, por ejemplo, qué novelas no le parecen meritorias para estar en la colección y cuáles cree que deberían haber formado parte. Esto, combinado, es lo que le hace falta a la crítica ecuatoriana para que no se margine en trabajos académicos sólo dirigidos a élites y que permita al lector, ecuatoriano o latinoamericano, una idea clara y orientadora de la materia en cuestión. Eso sería de gran ayuda para dinamizar a la crítica literaria ecuatoriana, e insertarla en la discusión abierta y viva con el público lector. Y al pedir ese juicio de valor yo mismo me pongo en fuego cruzado porque una novela mía está incluida en esa selección de diez novelas. El primero en aprender de las críticas de especialistas o de lectores agudos, soy yo mismo, porque me permite sentirme acompañado, como escritor, en el propio camino de autocrítica que me lleva a mejorar y seguir explorando en cada nuevo libro. Parece que todavía en Ecuador se confunde la crítica con la suposición de un ataque personal. O como dirían los anglosajones, todavía se antepone el “yo” al diálogo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Y vuelvo, al final de esta nota, al comienzo del comentario de Pólit en su carta, en la que alude, sin aclararlo suficientemente y sin abordar lo esencial, mi crítica original de que la publicación en Alfaguara fue utilizada de manera proselitista y demagógica en las declaraciones del Ministro de Cultura, único punto que yo señalaba como fallido en el evento cultural de Madrid.<span style="mso-spacerun: yes"> </span>La autora de la carta menciona que, como asistente al evento en Casa de América, le pareció productivo y estimulante para la comunidad ecuatoriana en Madrid. Esto es algo que no negué, pero no es el centro de la cuestión, porque no es el primer evento que se hace en Casa de América o en Madrid para la cultura ecuatoriana. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La diferencia, y esto quiero remarcarlo, es que los eventos anteriores hechos en Madrid no se utilizaron para hacer propaganda para el gobierno de turno. Precisamente días después de la publicación de mi artículo, me llegaron los ejemplares editados por Alfaguara. En ella consta, en la contraportada, el sello del Ministerio de Cultura del Ecuador, lo que me parece correcto, y así es como se debe proceder en estos casos de subvenciones editoriales, porque son todos los ecuatorianos los que, con sus impuestos, suman esfuerzos para apoyar a su cultura y a sus actores culturales. Pero mi sorpresa fue mayor porque, además de las declaraciones desafortunadas del Ministro de Cultura, se suma algo que consta impreso en el libro, en la página de créditos bibliográficos y derechos de autor, y que es la prueba fehaciente de lo que sostengo. Allí ya no se menciona al Ministerio de Cultura del Ecuador, sino que directamente se dice: “Esta colección se publica durante el Gobierno del Presidente Rafael Correa”.<span style="mso-spacerun: yes"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjd3CSKdRhI8VxyYQB7uXM40CYjXXin4GHqyD711dTHwgYauVhyphenhyphenmDL7J82CApTvv6RHn2ZfMBSK86ehYdFZU0tyim6FG_URF75Ah2t60-aoSufloGVGx-L-zZ6jBGl3fejih1NpUA/s320/Interior+edici%C3%B3n.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5342690387110341346" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 320px; height: 179px; " /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify">¿Qué costaba repetir de nuevo el nombre del Ministerio de Cultura de Ecuador? Si esto no es utilizar y manipular un contenido cultural ecuatoriano con el personalismo populista que aplica el gobierno actual, entonces habría que ser ciego para no entender lo que he señalado. Los libros auspiciados por los gobiernos, sean de México o de Suiza, siempre mencionan que el libro ha contado con el apoyo del Ministerio respectivo o de la Embajada del país de origen en el país donde se publica; pero nunca se incurre en mencionar el nombre del presidente de turno. Que, de paso, no sólo es manipulación sino declarado mal gusto.<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Cuando Javier Vásconez, años atrás –cuando todavía no era tan visible el abuso propagandístico del gobierno de Rafael Correa- me invitó a participar con una novela mía en este proyecto, le señalé mis reparos porque temía que se pudiera incurrir en una manipulación de este tipo. Finalmente acepté porque los argumentos de Vásconez fueron insistentes y me tranquilizaban al respecto de que se manejaría de la mejor manera, y que la literatura está por encima de los gobiernos de turno. No ha sido así. Y lo lamento. También le señalé a Vásconez que, en el caso de producirse un mal manejo del asunto, yo no iba a quedarme callado por más que me incluyeran en la selección. Por este motivo me pareció necesario señalar las manipulaciones que se han producido. Mi discrepancia no afecta al contenido en sí de los libros, que siempre estarán muy por encima de este debate y del presidente de turno, pero sí apuntan a señalar malos manejos que están siendo indicio de cómo se quiere instrumentalizar una literatura. </p> <p class="MsoNormal">Reproduzco a continuación la carta a la que he aludido.<b style="mso-bidi-font-weight:normal"><o:p></o:p></b></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><br /></p> <p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">El ciclo vital de los libros<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Publicado el 22/Mayo/2009 Diario Hoy (Ecuador)<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">Gabriela Pólit Dueñas</p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">En días pasados, Leonardo Valencia (El Universo mayo/12) aseguró que el actual Ministro de Cultura aprovechó el lanzamiento de las antologías de la literatura ecuatoriana para hacer propaganda política. Las antologías incluyen tres tomos de novela (Javier Vásconez), uno de cuentos (Vásconez y Mercedes Mafla) y uno de poesía (Iván Carvajal y Raúl Pacheco).El lanzamiento se hizo en el encuentro "Ecuador posfronterizo" celebrado en Madrid. Un evento de intercambio entre ecuatorianos residentes en España y artistas, críticos, intelectuales que viven dentro y fuera del Ecuador. Un diálogo entre los ecuatorianos del mundo y los españoles. Para quienes estuvimos en Madrid, el lanzamiento, la coreografía, la lectura de trabajos literarios, el concierto de música, la muestra de fotografía y el ciclo de cine tuvieron un impacto particular. Fue un encuentro de cultura fecundo y colectivo. El lanzamiento, además, no habría podido tener mejor audiencia. Fue sorprendente la ansiedad con la que jóvenes ecuatorianos que han vivido su niñez y adolescencia en Madrid expresaron la necesidad de vincularse con el Ecuador. Fue conmovedora su honesta curiosidad. Para ellos, esta antología tiene una especial relevancia. Toda antología es una clave de lectura crítica y contribuye en cuanto sus editores argumentan la selección de obras. En las antologías de poesía y cuento, sus editores explican su lectura crítica. La de novela no ofrece ninguna. Grave problema. La lectura de Vásconez no se explica, tampoco expone criterios, no confronta límites ni aporta a la discusión crítica. Su antología es personal, aunque él no admita señas personales. Como toda lectura, tendrá aciertos y desaciertos que habrá que analizar. Evaluar la antología porque tiene un sello editorial español es un criterio limitado y poco literario. Es positivo que autores ecuatorianos publiquen con Alfaguara porque garantiza distribución de sus obras, pero eso no las hace mejores. A una obra se la juzga por lo que es, por lo que propone. No celebremos las antologías sin leerlas, dialoguemos con las lecturas que sus autores proponen. Los libros deben cumplir su ciclo vital con lecturas iluminadoras. No es suficiente su publicación y el aval del sello editorial español. Las antologías necesitan de lecturas que reconozcan su aporte en la discusión local, y en esa ávida población en España.</p> <!--EndFragment-->Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-19418709.post-28737711670317121802009-05-15T13:51:00.010+01:002009-05-15T15:13:59.101+01:00Fogel y el exilio latinoamericano<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSSMnRH01nYq9Rqeu4aBjA_nBarMN_pmeiUFO9dOTPyYgusIH0skCAt-29l8oEFFISKucrqtjRvf_Y1P43_ABF5Kb_LA4TQoPkmDu0a_v2GtufChC4GvMLIzvbHvoz4k-1WIILHA/s1600-h/fogel_ficha_grande.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 235px; height: 272px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSSMnRH01nYq9Rqeu4aBjA_nBarMN_pmeiUFO9dOTPyYgusIH0skCAt-29l8oEFFISKucrqtjRvf_Y1P43_ABF5Kb_LA4TQoPkmDu0a_v2GtufChC4GvMLIzvbHvoz4k-1WIILHA/s400/fogel_ficha_grande.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5336044672626729458" /></a><br /><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 19px;font-family:Arial;font-size:48px;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 19px;font-family:Arial;font-size:48px;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="line-height: 19px; font-family:Arial;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Jean-François Fogel lleva un blog donde comenta sobre distintos temas, entre los que destacan las noticias sobre literatura. Interesado en temas latinoamericanos, en su post del </span><a href="http://www.elboomeran.com/blog-post/5/6800/jeanfranois-fogel/el-destierro/"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">7 de mayo</span></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> hace una de sus listas, o mejor dicho, reproduce una lista de The Guardian sobre libros referidos al exilio y escritos en inglés. La provocación de Fogel a partir de esa noticia es su alusión al tema del exilio en la literatura latinoamericana. Reproduzco primero su texto y luego mi comentario. Más que un comentario, en realidad, es una lista que apuntaría a señalar lo contrario de lo que afirma Fogel. Una lista, por supuesto, incompleta como toda lista.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-family:Arial;font-size:13px;"><p class="titulo" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; font-size: 1.9em; font-family: Georgia, times; margin-bottom: 10px; "><a href="http://www.elboomeran.com/blog-post/5/6800/jeanfranois-fogel/el-destierro/" title="" style="text-decoration: none; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">El destierro</span></a></p><div class="texto_post" style=" line-height: 1.5; margin-bottom: 10px; font-family:Georgia, Arial;"><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">por Jean François Fogel</span><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 19px; font-family:Arial;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 72px; font-family:Georgia;font-size:48px;"></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><br /></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 19px; font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 72px; font-family:Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">En su serie clásica de los diez mejores libros del sitio de </span></span><a href="http://www.guardian.co.uk/books/2009/may/06/best-books-expatriate-top-10." target="_blank" style="text-decoration: none; "><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">The Guardian</span></span></em></a><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> ofrece los diez mejores libros del exilio.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Más inglés no es posible:</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">1. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">El americano tranquilo</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Graham Greene</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">2. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">A Woman of Bangkok</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Jack Reynolds</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">3. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">El cuarteto de Alejandra</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Lawrence Durrell</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">4. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">The Discovery of Tahiti</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> (El descubrimiento de Tahiti) de George Robertson</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">5. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Cuando partí una mañana de verano</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Laurie Lee</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">6. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">El caballero del salón </span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">de Somerset Maugham</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">7. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Thomas Cook European Railway Timetable</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> (horarios del ferrocaril)</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">8. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Habla, memoria</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Vladimir Nabokov</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">9. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Bajo el volcán</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Malcolm Lowry</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">10. </span></span><em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">País era una fiesta</span></span></em><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> de Ernest Hemingway</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Como cualquier lista tiene una cosa insoportable: visión subjetiva, ausencia de obras obvias (Gent, Orwell, Isherwood). Del segundo libro de la lista, no sé nada. Del quinto, sé que es una joya (aparece en el díptico español y lo mejor de lo que escribieron los ingleses entre las dos guerras mundiales). Del décimo, sabemos que tendrá que ocupar el puesto número uno. Pero lo que más me interesa es la ausencia, lógica, de autores de América Latina. Pasaron años y años exiliados en Europa o en EE. UU. por razones políticas, pero en sus obras, de hecho, no se apartaron de sus países. Propongo una ley: a pesar de vivir en el exilio los autores latinos tienen poco talento literario para el destierro.</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">---------------------------------</span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Pequeña biblioteca del destierro</span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><!--StartFragment--> </p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Estimado Fogel:</span></span></p> <p class="MsoNormal"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Un blog estupendo pero una nota no necesariamente exacta referida a los latinoamericanos. Aquí dejo una lista de novelas en las que escritores latinoamericanos se desplazan a otros territorios diferentes al de sus países. Es cierto que no todas hablan directamente de la experiencia del desarraigo o lo tematizan, pero va implícito.</span></span></p> <p class="MsoNormal"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">saludos</span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Leonardo Valencia<br /></span></span></p> <p class="MsoNormal"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">1950-1980:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> Los pasos perdidos, Alejo Carpentier; Bomarzo, Mujica Laínez; Rayuela, Cortázar; Farabeuf, Salvador Elizondo; Morirás lejos, José Emilio Pacheco; El mundo alucinante, Reinaldo Arenas; El buen salvaje, Eduardo Caballero Calderón; Maitreya, Severo Sarduy; La pérdida del reino, José Bianco; La sinagoga de los iconoclastas, J.R. Wilcock, Las posibilidades del odio, María Luisa Puga; Terra Nostra, Carlos Fuentes; El jardín de al lado, José Donoso.</span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">1980-1989:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> Testimonios sobre Mariana y Reencuentro de personajes, Elena Garro; La vida exagerada de Martín Romaña, Alfredo Bryce Echenique; Karpus Minthej, Jordi García Bergua; La guerra del fin del mundo, Vargas Llosa; La tejedora de coronas, Germán Espinosa; No pasó nada, Antonio Skármeta; El entenado, Juan José Saer; El escarabajo, Manuel Mujica Laínez; El portero, Reinaldo Arenas; La internacional argentina, Copi; Los perros del Paraíso, Abel Posse; Los nombres del aire; Alberto Ruy Sánchez; Domar a la divina garza, Sergio Pitol; La diáspora, Horacio Castellanos Moya.</span></span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">1990-1999:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> Novela negra con argentinos, Luisa Valenzuela; Santo oficio de la memoria, Mempo Giardinelli; El origen del mundo, Jorge Edwards; El copista, Teresa Ruiz Rosas; El viajero de Praga, Javier Vásconez; El congreso de literatura, César Aira; Agua, Eduardo Berti; Mambrú, R.H. Moreno- Durán; Enciclopedia de una vida en Rusia y Livadia, José Manuel Prieto; Los detectives salvajes, Roberto Bolaño; El río del tiempo, Fernando Vallejo; En busca de Klingsor, Jorge Volpi; El libro de Esther, Juan Carlos Méndez Guédez; La mentira de un fauno, Patricia de Souza; La mujer de Wakefield, Eduardo Berti; La orilla africana, Rodrigo Rey Rosa.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">2000-2008: </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Tu nombre en el silencio, J. M. Pérez Gay; La disciplina de la vanidad, Iván Thays; Siberiana y Las cuatro fugas de Manuel, Jesús Díaz; El desterrado, Leonardo Valencia; Shiki Nagaoka, Mario Bellatin; Amphytrion, Ignacio Padilla; La familia Fortuna, Tulio Stella; La casa de los náufragos, Guillermo Rosales; Mantra y Jardines de Kensington, Rodrigo Fresán; Hipotermia, Álvaro Enrigue; La materia del deseo, Edmundo Paz Soldán; Los jardines secretos de Mogador, Alberto Ruy Sánchez; Libro de mal amor y Neguijón, Fernando Iwasaki; La fiesta del Chivo, El paraíso en la otra esquina y Travesuras de la niña mala, Vargas Llosa; Varamo, Una novela china y El mago, César Aira; Los impostores y El síndrome de Ulises, Santiago Gamboa; Crímenes imperceptibles, Guillermo Martínez; El fin de la locura y No será la Tierra, Jorge Volpi; La sexta lámpara, Pablo de Santis; Wasabi, Alan Pauls; Una tarde con campanas, Juan Carlos Méndez Guédez; La viajera, Karla Suárez; El futuro, Gonzalo Garcés; Todos los Funes, Eduardo Berti; El corazón de Voltaire, Luis López Nieves; 1767, Pablo Soler Frost; El huésped, Guadalupe Nettel; Electra en la ciudad, Patricia de Souza; La sociedad trasatlántica, Alfredo Taján; 2666, Roberto Bolaño;Cuaderno de Feldafing, Rolando Sánchez Mejías; El libro flotante de Caytran Dölphin y Kazbek, Leonardo Valencia. Entre otros...</span></span></p> <!--EndFragment--> <p></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-bottom: 10px; "><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 24px;font-size:16px;"><br /></span></p></div></span></div>Leonardo Valenciahttp://www.blogger.com/profile/05530140100491559720noreply@blogger.com0