martes, junio 08, 2010

Israel y la duda de Mankell









Solo he visto una vez al novelista sueco Henning Mankell. Estaba sentado en un parquecito frente al palacio de Rosenbad, en Estocolmo. Íbamos a una recepción que se ofrecía a los escritores que participábamos en el encuentro de Waltic de 2008. Al principio no lo reconocí. Más bien me llamó la atención su perfil nítido de vagabundo canoso con una larga gabardina de detective. Apenas reconoció el bus en que llegábamos, se levantó muy despacio y se marchó. Solo entonces caí en la cuenta que sí, que era Mankell. Me sorprendió que se marchara. Tanto así que me separé del grupo y le seguí los pasos. No había manera. Se iba definitivamente. Lo recuerdo así, de espaldas, alejándose por el paseo Strömgatan. Comenté con los organizadores suecos la marcha de Mankell y entonces me explicaron que él había aportado recursos para que el encuentro Waltic fuera posible. Me explicaron también su absoluta discreción.

Ahora vuelvo a saber de Mankell porque fue uno de los setecientos activistas que viajaron en el barco turco Mavi Marmara para llevar ayuda humanitaria a los palestinos, y porque ha publicado su experiencia en la crónica ‘Diario de un viaje al horror’. Allí cuenta la barbaridad con la que fueron tratados por los soldados israelíes en un abordaje que tuvo como consecuencia la muerte de nueve activistas y decenas de heridos. Cuenta también Mankell que una vez que lo retuvieron, un hombre del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel le dijo que iba ser deportado. Poco después el mismo hombre le comentó que le gustan sus novelas. Entonces Mankell dice que piensa en la posibilidad de que ninguno de sus libros vuelva a traducirse al hebreo. Y añade: “Es una idea que no he terminado de madurar”.

Me quedo con esa duda. Mankell en realidad no pudo relatar mucho sobre el horror porque no llegó a entrar en el verdadero horror de la represión que viven los palestinos en la franja de Gaza. ¿Por qué me quedo con la duda de Mankell? Porque allí hay un matiz que resulta imprescindible en tiempos donde el rasero es catalogar un hecho en blanco o negro. Hay una gran parte de israelíes que no están de acuerdo con las medidas de su gobierno. Sería también una discriminación identificar sin diferencias las acciones de un gobierno con la totalidad de un pueblo, y satanizar a ese pueblo. También hay que tener presente que muchos palestinos están hartos del terrorismo de Hamas contra Israel.

Más de una vez he matizado las simplificaciones de ciertos términos en la discusión, acá, sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Incomoda esa falta de puntualizaciones, así como la indudable prepotencia que aplica el gobierno israelí. Pero incluso en estas circunstancias rescato la reflexión que debe estar madurando Mankell. No es posible arremeter contra todo un pueblo por la acción de un gobierno. Mankell tomará una decisión, pero la lengua hebrea no tiene la culpa, quizá porque él sospecha que esa sería otra forma de aplicar un apartheid, esta vez lingüístico. Es probable que sepamos algo más cuando en septiembre se realice el próximo encuentro de Waltic, precisamente en Turquía.


El Universo (Ecuador) 8.06.2010

2 comentarios:

Blogger Cempazúchitl ha dicho...

Hablando de simplificaciones, se te olvidó mencionar la muerte de los dos soldados israelíes a manos de los "activistas" pro-palestinos. No se han publicado noticias de que los soldados israelíes no fueran humanos, por lo que sus vidas son tan valiosas como las de los nueve "activistas."

11 de junio de 2010, 6:36  
Blogger Leonardo Valencia ha dicho...

Gracias por recordarlo, Francisco.

12 de junio de 2010, 13:26  

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