jueves, diciembre 13, 2007

Savinio y el huésped de la memoria

Lees el breve ensayo de Alberto Savinio, Maupassant y "el otro". Para acercarse al escritor francés, Savinio recurre a su alter ego, su otro, Nivasio Dolcemare. Poco a poco entra en el primer Maupassant y luego en "el otro", el Maupassant de los años de locura. Pero lo abandona rápido, cuando apenas ha entrado en el misterio. Una nota llama tu atención, la número 16, que conviene que cites completa:
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"Estas páginas las escribo en Roma en abril de 1944, o sea, mientras Europa yace apagada y cerrada bajo el martillo de Thor. Se entiende que mientras escribo estas líneas los trasantlánticos no zarpan de Le Havre rumbo a New York. Pero estas líneas las escribo como escritor, no como periodista. Y escribir como escritor significa no escribir desde el presente, sino a partir de los recuerdos o por anticipación. De lo que podemos inferir la siguiente definición del periodista: todo aquel que escribe sin memoria. Quizá algún día incluso yo escriba acerca de esta guerra, pero sólo cuando la presente guerra haya pasado también ella a ser huésped de la memoria".
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Piensas que la aclaración de Savinio se suma a esa distinción esforzada e inútil entre periodistas y escritores, porque no es cierta esa dicotomía planteada en tales términos. El escritor amplia la entrada de una mayor experiencia y percepción, y el periodista, a veces, la restringe. Pero vincular esa distinción al tiempo te parece impreciso. Puede darse el caso de un escritor que no quiera ya cifrarse sólo en el recuerdo, sino que quiera abrir su percepción a lo inmediato. Aunque omita el recuerdo, su perspectiva sobre lo inmediato está filtrada por el archivo de su mente. Quizá entonces es la anticipación la que proyecto lo inmediato en una composición inesperada. Un verdadero riesgo que convierte el presente en una plataforma válida, y que no hace de la ficción sólo un pasado que se vuelve a visitar con mayor dominio, con escepticismo, con la moralidad de un superviviente.
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Disientes de Savinio en este caso, y más bien quieres recordar lo que dijo en otro momento y lugar sobre la etimología: un jardín en medio de la selva. Bonita frase. Pero hay que meterse en la selva.